La rosa blanca
hacía que sus pétalos
te recordaran.
Hubo otra rosa,
que un día, en un verano,
te regalé.
Y tú me diste
a cambio una sonrisa,
cumplidamente.
Aquella escena
la guardo y la conservo
en mi recuerdo.
Rosa a tus manos
que luego fue a tu pelo
y allí quedó.
Un beso dulce
cargado de ternura
y de pasión.
Luego el paseo,
la sangre acelerada
y los silencios.
Yo te miraba
y tú me respondías
en tus pupilas.
Largos suspiros,
susurros sin palabras
y un gran candor.
¡Te amaba, entonces,
mi rosa inmaculada,
y te amo hoy!
Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 21 de noviembre de 2022 a las 06:41
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, Henry Alejandro Morales, alicia perez hernandez
Comentarios1
letras tan dulces y enamoradas bella reflexion poeta gracias por compartir
Yo te miraba
y tú me respondías
en tus pupilas.
Largos suspiros,
susurros sin palabras
y un gran candor.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Besos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.