Estaba la noche seria y encubridora
a la misma hora y en el mismo cuarto menguante
serena y ardiente mi piel cual mujer de lumbre
con colmillo por diente y fugitiva la cordura
Todo era novedad: el placer de tu savia en mi boca
yo bebiendo deseo cómo flor de desierto,
todo era novedad tu mano estremecida y loba
palpando la arrogancia de mis piernas
llevándome hacia el occidente de mi misma
con el aguijonazo de la flama bruñida por tu sol
mi templo y entraña se mezclo con tú embragues
tu experiencia de siglos y mi hambre eterna
se enredadron como ceibas, nadie lo vio
eras la única presencia atiborrando los sentidos,
eras la unica masa entre mis brazos, sobre mi cuerpo
y como sombra sobre mis pensamientos y sueños
la noche fue tu refugio, realmente no tenía posibilidad
lobil caperuza que se vio marcada por el equivoco
solo adquiri de tu cuerpo la necesidad y la fama,
la desfortuna de ser la ilícita amante del río y de la luna.
- Autor: Isel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de noviembre de 2022 a las 00:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, alicia perez hernandez, Tommy Duque, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
El misterio amoroso de las noches llenas de placer y sentimientos de amor, adornan tus hermosos versos estimada poetisa y amiga Isel.
Saludos de amistad.
El Hombre de la Rosa
GRACIAS POR TU LECTURA, SALUDOS FRATERNOS
Hermoso muy hermoso
eras la única presencia atiborrando los sentidos,
eras la unica masa entre mis brazos, sobre mi cuerpo
y como sombra sobre mis pensamientos y sueños
excelente
Con cariño
JAVIER
Humildemente agradecida de la bondad de tu lectura y tus palabras
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