Mi vida con bulimia

Anne Black

Cómo te sientes cuando te miras al espejo? ¿qué es lo que ves? Pues te sientes atrapada, fuera de la realidad, te miras y ves un monstruo, te sientes sola y perdida; sin salida y eso te desespera. La maldita bulimia te abraza fuerte por detrás y comienzas a escuchar una voz que te dice que "pares de comer", te provoca náuseas, te hace verte gorda, te obliga a aguantarte el hambre. Hasta que no puedes mas y comes compulsivamente, entonces aparece la dichosa culpa, luchas contra ella y sabes que perderás, sabes que otra vez iras al baño, vomitaras hasta que la vocecita diga - ¡Basta! - y únicamente así te detendrás, sentirás alivio pero tus fuerzas te abandonaran, quedaras tirada en el piso recuperando tu aliento y te levantaras cuando estés lista. Entonces un día cualquiera la bulimia hace un pacto; descubres que estás mal cuando alguien te dice que estás anoréxica, pero eso no te genera sorpresa, no te importa, por eso te llamas a silencio, pensando en que no te importa la etiqueta, pues solo quieres ser delgada, gustarte, enamorarte de lo que eres. Sin embargo en ocasiones te hartas de oír siempre lo mismo, nada alcanza, sigues bajando de peso y continúas viéndote aún mas gorda, te frustras, quieres poder escapar de tu cuerpo y entonces reconoces que estas enferma y empieza una pelea entre la verdad y lo que se refleja frente a tus ojos y quieres ganar, quieres curarte. Pero una vez mas te vuelve a vencer, (te escondes de todo aquel que pueda observarte para sentirte positiva, usas prendas sueltas y eso te ayuda un poco) y entre vómitos, llanto, decepción, el hambre que te persigue y esa maldita voz que te dice que necesitas comer, y cuando obedeces no tarda en ordenar nuevamente que vomites, te dice que cuentes las calorías y te asustan, y ella dice "que es mucho", la ignoras porque tienes apetito, porque lo deseas, y consumes todo hasta dejar el plato limpio. La voz se calla, pero minutos mas tarde, comienza a escucharse; después de comer, habla sin parar de repetir, llenándote de culpa, ese remordimiento que te asecha, y sales a caminar y a correr para gastarlas; la seguridad te acaricia, te sientes bien porque lograste conservarlas dentro tuyo. Sin embargo, no tiene final porque continúas viendo el fantasma en el espejo y experimentas una sensación de soledad, crees que nadie puede comprenderte, y quieres ayuda, quieres amor; un abrazo, un beso, alguien que te diga que todo ira bien. Te enojas, lloras, te odias, gritas para desahogarte pero nadie te oye, y entonces todo se torna mas difícil, pierdes la batalla y te rindes; la anorexia gana, la bulimia se ríe en tu cara y la voz te habla día y noche. Nadie te entiende.

Te angustias cuando miras la balanza y ves tu peso, dejas de comer y sales a trotar, te pruebas la ropa mas chica que tienes guardada y te asesoras de que te quede, cuidas de que los anillos no aprieten, pero nada es suficiente porque sigues viviendo una mentira que tú misma creaste.

 Tus seres queridos te cuestionan, no lo toman enserio y eso te pone triste, te provoca aislarte; enfureces con ellos, contigo, y vuelves a vomitar para sentirte bien otra vez, pero estás hambrienta e intentas engañar al estómago con un té, pones tu mente en cualquier otra cosa, sales afuera y fumas un cigarrillo, regresas y haces abdominales hasta que te vas a la cama sola y angustiada, te duermes después de llorar y despiertas al día siguiente con la misma sensación de cada mañana; enojada, triste y agobiada .

 

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • JAVIER SOLIS

    Cuanta desesperación y cuanta desgracia ocurre cuando se cae en la desgracias de ésa enfermedad.
    Comprendo el estado de ansiedad y desesperación de quienes la sufre,
    Hermosa reflexión amiga ayudará a quienes lo sufren
    Con cariño
    JAVIER

    • Anne Black

      Gracias Javier, saludos.



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.