En la alacena
tenías un cuaderno
con mis poemas.
Era un regalo
con muchas mariposas
entre sus letras.
Tú sonreías,
la tarde del regalo,
y yo también.
Porque cambiaron
de dueño aquellos versos
y fueron tuyos.
Dijiste "gracias"
y luego me besaste
en la mejilla.
Éramos niños,
parábamos el tiempo
sin darnos cuenta.
Y en nuestros juegos
buscábamos la vida
y sus latidos.
Vida y poemas,
surgían de la nada
en las pupilas.
Porque soñamos
hacer que lo imposible
fuera posible.
¡Tierna niñez
que guardas con sus versos,
en la alacena!
Rafael Sánchez Ortega ©
02/12/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2022 a las 06:43
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, alicia perez hernandez
Comentarios1
muy grata reflexion poeta gracias por compartir
Éramos niños,
parábamos el tiempo
sin darnos cuenta.
Y en nuestros juegos
buscábamos la vida
y sus latidos.
Vida y poemas,
surgían de la nada
en las pupilas.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Un abrazo.
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