Reconozco que fue un delirio el quererla tanto, pero es una fuerza
irresistible la que siento por ella. Siempre la he visto como agua
que corre por el arroyo limpia y transparente, por eso solía hacerme
una pregunta: si tener sed es una culpa, entonces la culpa es mía.
Me enteré de la existencia de otra persona que la quería, y ella
le correspondía, por esa razón traté de olvidarla pero fue como
pedirle a la tierra fértil, que rechace las semillas depositadas en
plena primavera. Si mi culpa ha sido amar también es culpable
el río que va buscando el mar. ¡Ay Dios! si hablamos de culpa creo
que el responsable eres Tú por haberle proporcionado tanta
belleza y darme ojos para verla. Tú que oyes ese lamento de
dolor sin nombre también la amarías si pudieras volver a ser
hombre.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2022 a las 06:30
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 28
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