Noviembre 28

Raúl Bonilla

I

Noche salvaje con los amigos

Juerga interminable en el caleidoscopio de emociones

Peligrosas como armas cargadas y listas para disparar

Por los locos y desquiciados, drogados y asfixiados parias

 

Expulsados del orden para reinar en el caos

Desesperados por buscar presas en medio de la ciudad

Como animales salvajes, sin pensamiento ni razón

Buscando alejarse de la brutal habitación de corazones rotos

 

Pero al final…

En mi cama, último refugio contra la resaca

Milagrosamente con la cabeza fría y el corazón sereno

Me doy cuenta que es mejor así

Recordarte por un momento feliz

 

II

Afuera del hotel la noche no es tan fría

La banca bajo una luz blanca

Como esta primera nevada

Recordando todo lo que reímos durante el día

 

Café que bebo con pequeños sorbos

Memorias de juventud que regresan

Aunque algunos recuerdos son borrosos a causa del alcohol

Hay uno que sin embargo es claro como el agua del lago que visitamos

 

El momento en que fui feliz

Nunca volví a sentir resentimiento

Porque hay cosas más importantes que una noche de juerga

 

Y mientras mis botas se cubren de blanco

Y mi abrigo se vuelve un poco más pesado

Deseo que Ella pueda alcanzar el paraíso

Ojalá que sea entre mis brazos…

 

III

Sonidos en la noche

Que calman la ansiedad y la espera

En mi mente se pierde el momento

Porque no quiero olvidar este instante

Efímero como la última luz del sol

Que se proyecta entre la montaña

 

Desde las alturas no puedes ver detalles

Pero es ahí donde acaricias las estrellas

Hay lugares mágicos que muchos evitan

Pero yo no tengo temor

He visto la muerte a la cara

Y la he vencido con mi única arma:

Yo ya no tengo nada que perder… 

 

 

 

 

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