La Gran Visión del Ensimismado Alter-Otroro Vigilante de tu Corazón en Luz

Dios.
He fingido mis sales.
He adormecido mis composiciones de lo que me forma, átomos tristes y muertos.
Partí de Vos, ciertamente partí de Vos. Sos todo lo que me creó...-
Lo que me lleva...

He visto y arrepentido.
De esta carne, esta carne cárnica que forma parte de mis máximas sensaciones del cuerpo en pos de su mirada.

Ya no quiero esta etapa. Ya he alcanzado la recta final.
Ascensión de mis días, de mi vida. De la mía vida esta que es para Vos.

Protegeme, resguardame.
Concedeme ese deseo bendito... Concedeme poder verlo...
Quiero verlo con mis propios ojos... Quiero que esto dure para siempre...

Y es que ciertamente el Amor es de lo más grande de esta existencia, de esta, toda, Creación.
Es desarraigo del alma y del cuerpo, concebido en las fronteras de un nuevo universo, conocido pero no descubierto.
Y de tanto anhelarte y apreciarte es que...-

Ya no hay aquello que pueda respirar,
el aire de mis sueños,
de mi vida al nacer, pequeño niño en punto de partida.

La final, bendecida.


En estos últimos tiempos, menos que mucho y más que nada, me suelo presenciar augurando entre los vestigios de lo que alguna vez fui;
Felicidad,
Felicidad imperante de lo que Dios, el universo, me obsequió.

(Y solamente quiero volver a verlo...
estoy tan cerca del final...)


Otra vez, solo, en este recinto,
(ya no he vuelto a verla),
pero grandiosas leyes se ocultan en su hermosa locura.

Que encorduran y hacen permanecer —futilmente...— en la transición

Y, desde que la vi, ya no me he considerado nada...
O parte de de este mundo por haberla apreciado
quizás mis sales se estén deconstruyendo de este plano
para la ascención de mi alma con mis sueños... Bendito Dios mío...
Bendito Dios mío...

Estoy llorando al verte...
Tan cerca del final...
El final...
Y tan cerca...
Mi vida... amor de mi vida...

Puedo escuchar, finalmente..., el hermoso mar...
Hermoso mar...
Dios, Dios Santo y Bendito,
solo quiero estar a su lado y...-
ver el mar, y la arena, reflejándose en sus ojos.

Finalmente, reír...
y llorar...