SE VA, PERO, SE QUEDA
Va llegando sibilina,
enredada entre los órganos.
Acechando cuál felino,
bajo la piel, en las fibras.
Va llegando de puntillas,
bailando en el escenario.
Como una hábil bailarina,
en la vida, deslizándose.
Cargada va de equipaje,
o ligera cuál la pluma.
Volátil vida que abruma,
plagada de amor y lágrimas.
El tiempo no se maquilla.
Ni se decoran las ganas.
Mientras los días suceden,
como airadas campanadas.
El cántaro se vacía.
El agua falta en el ánfora.
La flor cortada, marchita,
en un florero de plata.
Fluye el arroyo sin prisa,
que en el río se desata.
Mientras las olas le atrapan,
en el mar de la esperanza.
El misterio nos exalta,
por desconocer su esencia.
Mientras camina la duda,
en las palabras más sabias.
El tiempo no tiene cura,
pues de enfermedad se salva.
De nada sirve ir deprisa,
si el tiempo sin prisa pasa.
El amor todo lo cura,
pues de las esencias liba.
Vida sin amor no es vida,
pues se queda entre dos aguas.
Adherida al cuerpo viaja,
cuál la sombra sigue al verbo.
Angel L. Perez ®
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Imágenes tomadas de: https://pixabay.com/es/videos/
15/12/2022
- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2022 a las 02:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.
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