En el abismo de tu porte me sumo,
sin ninguna posibilidad
de lograr –luego- una escapatoria,
me apresas condenándome a las caricias
que provienen sublimemente de tus manos
y la miel del ósculo cuyo origen es por supuesto divino
en la comisura de tus labios,
son los tuyos propiciadores de mi gloria.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2022 a las 06:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.