En la mesa, tu florero preferido.
Afuera el amanecer se acerca.
En nuestra habitación y en nuestra cama tu linda figura.
En la estufa el café tomando temperatura.
Mi mirada fija en tu rostro y de mi pecho siento que se me sale el corazón.
El gallo comienza a cantar y las aves a volar.
Un viento fresco entra por la ventana; continúo observándote.
El café avisa que está listo, sin embargo no puedo moverme del sillón; pues estoy enamorado.
Verte aún dormida, mi querida Elena, no deja de parecerme lo mas hermoso.
Princesa, de mi castillo encantado, no imaginas cuánto te amo.
- Autor: Anne Black (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2022 a las 21:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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