Por tu piedad.

Desde el cielo vinó tu sonrrisa,
tu mirada de angel, fija en un solo lugar, con piel resplandeciente caiste a la tierra, con tus alas listas para volver a volar.

Siempre con palabras dulces, vestida con una tunica blanca, mientras el sol te baña cuando comenza el amanecer, y tus cabellos que son como oro, brillando como luces  ¡comienzando a resplandecer!

Oh, espiritu del bien, angel caido, que vuelves a este mundo a buscar el Eden, oh angel tranquilo, si no lo sabes, ¡yo te he buscado también!

Si pudieras tomarme en tus calidos brazos, y rogar por al mi al Señor, lloraría hasta empapar mis labios, mirando tus ojos, buscando el perdon.

Esperando que tus manos recorran mis mejillas, y con tus dedos mis lagrimas puedas limpiar, mirando tus ojos nuevamente ¡llenos de luz y de piedad!

Con tu tunica blanca, empapada con mi llanto, sintiendo la brisa, y las nubes que vienen y van, con tus manos juntas, y tus alas extendidas, angel de mis sueños, que has vuelto a volar.