Fuego Pentecostés

shao

¡Ah! Cómo arde y como quema,
que sujetarlo no me quepa
y me hace danzar en su presencia.
Que el control de mí se va
y mi cuerpo se desespera.

Quién pudiera entenderme 
y saber lo que hablo.
Ciertamente no le sería orate, 
al leerme se gozare,
y una sonrisa en su boca 
ciertamente se dibujase .

¡Ah!, ¡Oh! Ven mi Señor.
Que mis manos hagan símbolos 
para tu interpretación.
Has alabanza en mi cuerpo 
de tu manifestación.

Que mi boca confiese 
y mi lengua hable en salvación.
En géneros de lenguas 
será al incrédulo manifestación,
para alabanza a mi Dios.

¡Ah!, ¡Oh!, ¡Ay! Fuego Pentecostés
que baja y sube como corriente,
desde la testa hacia los pies.
Este es el poder, poder, poder,
que mi Dios da al que cree,
y no es un dios de madera o papel.

Este fuego se manifestará en dones 
¡Ay! de ti si aún así no crees.
En su iglesia se derramará
a aquella que vive en santidad.
Todo el mundo lo verá
y muchos cegados serán,
mas a mí no me cambiarán. 

Fuego, fuego, fuego se derramó
sobre los hijos del Salvador,
que escaparon de la condenación
y a su Espíritu invocaron. 
Siendo así renovados en fe 
y justificados por Él.

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  • Autor: shao (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de diciembre de 2022 a las 11:15
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 18
  • Usuarios favoritos de este poema: Violeta
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