Cuanta luminosidad te brindó el día, al saber de tu nacimiento, jamás
podré olvidar el afortunado día que te conocí entre lirios, claveles
y rosas. Tus ojos color caramelo, tus labios de granada en flor, el
semblante sereno dulce y limpio, demostrando el deseo de ser amada
de verdad. Siempre estaré agradecido a tu madre por haberte dado
la vida, pues desde ese mismo instante logró añadir la flor más
hermosa al jardín del amor. Para mi tu voluntad es puro sonido,
cuando estoy a tu lado me siento quijote entre ilusiones doradas.
Cuando por causas ajenas me vea obligado a abandonar esta vida,
has de saber que desde la otra, te diré que te quiero tanto igual, como
lo hice en vida.
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 22 de diciembre de 2022 a las 05:20
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Dante Cruz Velez, Sierdi, Antonio Martín, alicia perez hernandez
Comentarios1
Amor incondicional el que se tiene por los hijos
Feliz Navidad Emilio!!
Gracias por tu comentario.
Un saludo cordial y felices fiestas
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