**~Novela Corta - Miedo Intenso - Parte II Final~**

Zoraya M. Rodríguez

Cuando, de repente, Gabriel escucha un gemido dentro de ese atrio donde él se halla desmantelando la mudanza, y sólo él dice hay si es un gato y continúa la insistente osadía por el día en ese terrible ocaso cuando llega la noche en ese atrio. Y Gabriel entre dos y tres, se aferra hacia el bien instante en que el saber de la verdad se aferra la idea en ser sólo un fantasma frío, solitario y tan gélido como el mismo hielo frío de la mañana con el rocío de la mañana irrumpiendo en un sólo destino y tan álgido como poder buscar a ése fantasma entre la realidad y la gravedad de la vida y de toda la insistencia, pero, sólo se ve misteriosamente entre el rocío de la mañana y la lluvia esporádica del amanecer. Solamente Margarita le advierte a su corazón a amar en soledad y que su corazón se halla solo, pero, que sí desea amar y ser amado. Y Gabriel un jovenzuelo de apenas veinte años, laborando como un nuevo panadero en la fábrica del pueblo rural y que en el trance de la verdad se aferró a la idea y a la conmísera existencia de creer en el trance perfecto en que  era sólo un jovencito y el fantasma, sólo le lleva dos décadas de muerta e inmortal como alma sin pena, buscando un amor para amar y en ser amada. Cuando en el alma de Margarita se vio trastocada por el amor, la furia y la euforia de una sola historia en pretérito perfecto cuando en el trance de la verdad el acecho quedó en manos delictivas de deshonra cuando la muchacha Margarita quiso suicidarse por un amor que no le quiso corresponder como hombre. Y, ahora, es tan distinto y diferente en que la joven llamada Margarita, aún siendo una fantasma, se dedica en cuerpo y alma a cuidar, a amar y a hacer del día perfecto como panadero a Gabriel. El fantasma cree en poder engañar a Gabriel, aunque cree que no podrá, porque su piel ya casi desaparece hacia la inmortalidad. Cuando en el trance directo Margarita sale solamente entre el rocío de la madrugada y la lluvia esporádica del amanecer. El amor de Margarita por Gabriel se intensifica más y más porque Margarita lo persigue, aún, sin Gabriel poder saber, ese amor es delirio, pasión, consuelo y amor del verdadero cuando se siente llegar desde su profundo corazón, a pesar que pronto, su piel llegará a ser transparente e inmortal siendo un fantasma real. Eso sucederá tan pronto Gabriel la bese sino quedará mortal y morirá como murió por primera vez al suicidarse, Margarita sabe todo de la vida de un fantasma, pero, prefiere amar y amar y ser amada, a pesar, de que la vida siempre perdió la guerra con la vida, a pesar, una batalla, de la cual, pudo ganar porque amó aunque quedó en deshonra y se suicidó. La vida de Margarita es una vida de película sucumbiendo en un trance verdadero y real como poder ser como el amor real, pero, no pudo ser certero. Si Gabriel supiera de todo se cree que la ayudará, pero, él inconsciente de todo no puede ni debe de ayudar a Margarita porque a la verdad que es un fantasma y asusta con miedo intenso entre piel y piel. La vida de Gabriel ha cambiado para bien gracias a la magia del fantasma Margarita que lo ayuda a ser como un excelente panadero. Cuando en el embate de dar la vida se vio fríamente indeleble como poder dar insolvencia hacia ese amor que se aferra con calor humano para ser un verdadero corazón entre dos corazones que se aman como nunca. La vida de Margarita se vio aterrada cuando a penas Gabriel sospecha de que existen fantasmas en ese nuevo hogar donde ahora reside por ir a trabajar como panadero en la fábrica del pueblo rural. Y Gabriel en el atrio, sólo se dedicó a ser fuerte como un gran hombre que es, pero, el fantasma lo persigue asiduamente en el atrio. Gabriel no sabe realmente qué es hasta que siente un frío y un miedo intenso en su piel. Y es el fantasma de Margarita, pero, Gabriel, no se da cuenta de que sí existen los fantasmas. Si Margarita era un solo espectro en soledad y tan solitaria, sí, en ese mismo atrio. Y la vida de Margarita se ve y se siente trastocada por un sólo mal infierno en hacer creer en que el mundo sigue igual y no es así, si existen esos fantasmas alrededor de las personas y las gentes sin darse cuenta. Cuando en el instante se vio como el alma de Margarita cuando se siente el amor a flor de piel, pero, Gabriel en su instinto de hombre sólo siente un miedo intenso, por saber qué es ese celaje de color transparente que lo persigue y que lo amará por siempre. Cuando en el amor de siempre se dio el saber entre las cajas de la mudanza y en el ir y venir lejos de allí. Y, Margarita, allí, en una esquina observando todo desde una perspectiva de asombro, pero, tranquilo y sosegado se siente humedecido por el viejo atrio. Y se sabe una cosa de que el fantasma era y es Margarita. La mujer que aparece entre el rocío de la mañana y la lluvia esporádica de la mañana. Sí, era Margarita, la que en el trance de la verdad se vio identificada como un espectro alucinado e impaciente, pero, no, si era Margarita, la que encierra un sólo temor adyacente y más que eso, un miedo intenso. Porque en el trance de la verdad se vio fríamente indeleble como el fugaz momento en que se siente como el frío llegar desde su propia piel y como en el mismo instinto sosegado de creer en el alma muerta como la misma alma de una muerta o de un vil fantasma. El espectro llamado Margarita se siente solitaria, desolada y en soledad desde que murió en ese mismo atrio. La vida de Margarita insiste en que ame verdaderamente, pero, el fantasma es inocuo y sin hacer daño sólo se atormentó en la espera y desesperada de hallar al amor dentro del corazón de Gabriel y se dijo para sí “que es sólo un fantasma”. Para Margarita sólo la vida es como ir y venir lejos de la realidad cuando su mundo tan inmundo solo se vio intransigente cuando en el tiempo sólo presiente el alma en un sólo santiamén vagando en el tiempo y más en ese atrio. Y tan desnuda va Margarita en busca de amor y de un insospechado sentido se siente como en el alma una seriedad dejando la buena suerte en elaborar panes en el pueblo rural donde Gabriel es un gran panadero. Cuando en el embate de ofrecer vida, corazón, alma e insistente amor en el corazón de Gabriel lo ama Margarita de esa forma y Gabriel sin imaginar ni pensar de que Margarita es un fantasma de hace dos décadas cuando murió por amor. Margarita es un débil fantasma aunque ama fuertemente a Gabriel e ilusionada con ese amor sale todas las mañanas con el rocío y lluvia esporádica de todas las mañanas. Cuando en el instinto se torna desesperadamente inocua, pero, muy impetuosa en reconocer que se ha enamorado de Gabriel. La joven Margarita sólo desea ver su insistente corazón en saber que la vida es una y sin poder tener ni poseer otra oportunidad cuando ella perdió la oportunidad cuando se suicida dejando a su cuerpo vagando y alucinado como un cruel fantasma en ese atrio. Gabriel se siente desapercibido, cruel y amando a Margarita cuando la conoce por primera vez esa mañana llena de rocío mañanero y de lluvia esporádica con neblina impetuosa en esa área rural. Porque cuando Margarita aparece esa mañana sólo siente llegar el amor en el corazón de Gabriel. Gabriel en el atrio esa noche sólo piensa en crear y realizar un hogar como ese hogar rural con Margarita. La vida de Gabriel se vio atormentada de un espanto seguro y de un miedo intenso sólo en la piel desnudando al tiempo, al cuerpo y más al corazón de amores y la piel de un frío que recorre porque cruza el fantasma a través de Gabriel. Y Gabriel presiente un miedo intenso por desnudar a su piel, a su cuerpo y más a su alma al igual que el fantasma Margarita, cuando en el alma se sintió como presentir un frío desnudo, impaciente, impasible y atormentado. Margarita se siente distraída, feliz y muy contenta en el atrio haciendo bromas a Gabriel y Gabriel sin presentir la presencia de ese espectro alucinante. Porque cuando en el embate de creer que el amor había llegado a sentir en el corazón de Margarita era tan frío, álgido y tan alucinante en poder dar rienda suelta por amar vehementemente a Gabriel con un corazón fantasmagórico cuando en el trance verdadero se vio pálida de un espanto seguro que si Gabriel acepta el corazón de un fantasma o no. Cuando en el altercado frío y de un desastre autónomo en saber que Margarita es un débil fantasma, la cual, se perfila como un amor clandestino y sin sospechar Gabriel está desnudando a su mente de un vil presentimiento de un fantasma. Cuando en el altercado frío y desnudo se vio Gabriel esperando por el verdadero amor de Margarita para poder conocer mejor dando énfasis a la ternura y al suave espectro que le roza la piel a Gabriel. Porque en el silencio automatizado en la espera de ver al espectro solamente lo puede ver en el rocío de la mañana y con la lluvia esporádica. El desenlace fatal de una espera tan inesperada se siente como aterrado el tiempo y como el desastre de creer en el alma de una sola verdad en que se siente Gabriel insospechado de ese vil fantasma que le recorre la piel. Cuando el frío lo siente Gabriel en la piel desnudando a su instinto de un tiempo en soledad cuando aparece Margarita en el atrio y sin saber que el fantasma persigue a Gabriel. Cuando en el instinto se siente desapercibido, Gabriel sospecha de la presencia de alguien en el atrio viendo prendas de mujer allí. Las prendas, aún conservan su aroma natural de la mujer quien viste esas prendas. Cuando en el tiempo Gabriel pernocta en ese atrio esperando sentir que ya acaba de mudar todas sus pertenencias en mudanza. Gabriel se torna inseguro por sentir el fantasma en su piel desnudando el frío en cada pedazo de piel sin saber que es un fantasma real y sin percibir la forma de creer que no borrará el tiempo de sus recuerdos a la mujer que vio y conoció en el rocío en la mañana. Gabriel cree en amar a ésa mujer llamada Margarita porque en el trance de pernoctar en el atrio se ve desconocido, desapercibido y desorientado buscando de donde es el ruido que percibe siendo el fantasma llamada Margarita. Margarita se siente imperceptible, pero, muy sentida y con un sentimiento muy profundo por amar a Gabriel y deseando derribar la frontera que existe entre ambos como la verja del hogar de Gabriel cuando se conocen durante el rocío de la mañana. La lluvia esporádica no se interpuso entre los ojos de mar de ambos jóvenes cuando se miran mutuamente y hasta se enamoran. Y sin interrumpir el instante y el momento se adiestra en un solo alarde de creer que el amor llegó al corazón de ambos. Cuando la verdad se siente como un delirio delirante, impetuoso sin rencor ni odio por un fantasma real que cruza el estandarte de creer de que existe. La forma de atraer el fantasma la visión de Gabriel es porque la verdad siente pernoctar una presencia allí en el atrio y siente y percibe un miedo intenso de piel a piel. Cuando se torna desesperante, exasperante, pero, inocuo el momento en que pasa desapercibido el momento en que se torna bueno el instante en que se siente llegar al fantasma. Y Gabriel siente en su presencia, en su cuerpo y más en su alma un gélido tormento como una terrible tempestad en que se guarda el deseo de sentir el silencio como el gemido de ese fantasma. Cuando el tormento frío se percibe distrayendo el tiempo y más a la piel de Gabriel cuando realmente es el fantasma llamado Margarita. En el atrio llega una tormenta vivaz como el mismo frío impetuoso que le roza a la piel a Gabriel desnudando a su sentido, a su piel y más a su cuerpo de un torrente de emociones cuando en el trance de la verdad queda atemorizado de un inseguro tormento. Y sin un destino frío se siente como desapercibido, el instante en que se cuece la forma de creer en el alma en una sola verdad. Y como una sola verdad de que el instante se siente como el suave desenlace en dar una sola insistencia se siente como una sola verdad que el tiempo no caduca. Cuando el tiempo advierte una sola soledad, cuando solamente en la mañana Gabriel percibe y ve al fantasma llamado Margarita. Cuando en esa noche en el atrio Margarita desea revelar toda su verdad de que es un fantasma de hace dos décadas al morir suicida en ese atrio. Si en ese mismo atrio se halla la evidencia de una soga, en la cual, utilizó para poder vengar a su desdoro de mujer sin virtud. Y como un sentimiento se desnuda Margarita con su corazón sangrando de dolor cuando percibe la visión de Gabriel hacia Margarita. Y Gabriel imperceptible al momento de atraer la vida, el sentido de piel en piel y más a su pobre corazón sin poder un debate en que la muerte separa a un amor bifurcando en el alma con una sola luz y era la luz del espectro alucinante llamado Margarita. Si Gabriel se siente insatisfactorio, inconsecuente y lleno de una necesidad estable de sentir amor en el corazón y sobreviviendo al acecho de éste fantasmagórico que vive en el atrio donde pernocta Gabriel. Gabriel se torna inseguro, pero, estable y lleno de emoción por querer volver a ver a ésa mujer llamada Margarita entre el rocío de la mañana y de lluvia esporádica cuando la lluvia no intercede entre los ojos de mar entre ambos jóvenes mirando con pupila el alma de cada uno. Cuando en el instante se cuece el alma de tiempo y sosiego constante en creer que el alma no apaga su luz cuando es sólo un fantasma. Si Margarita se funde como el oro entre las manos de Gabriel, pero, queda como un color transparente deseando derribar la corta insistencia en que se percibe el instante en que se pierde el delirio delirante en creer la insistencia de dar luz como un cruel fantasma. Cuando en el instante se percibe de que Gabriel en el atrio se aferra al poco sentido en frío que posee su piel desnudando, así, a su cuerpo. Cuando en el afán de creer que en el alma de ésa mujer llamada Margarita se aferra a un desconcierto de luces que brillan a su alrededor al pernoctar en el atrio. Cuando en el instinto se aterra al frío vislumbrante en querer amar a ésa mujer llamada Margarita cuando en el instinto se conserva el aroma de ésa mujer en el atrio. Y Gabriel insiste en querer amar a ésa mujer que conoce durante el rocío de la mañana cuando en el momento se siente como un sólo desafío en querer amarrar el alma en una sola verdad. Si Gabriel en esa fría noche después del ocaso y de elaborar como panadero en la fábrica del pueblo rural cuando se enfrasca a un solo destino tan frío como sentir el fantasma de piel a piel en el cuerpo de Gabriel. La insistencia ocurre cuando en el altercado se aterra a sentir el suave fantasma que cruza por el atrio desnudando al alma de Gabriel. El alma de Gabriel se aterra de un miedo intenso en que sólo pernocta en el atrio desnudando a su misma alma como el frío que percibe desde su propio sentido. Y, sí, que fue después del ocaso y en esa fría noche cuando pernocta Gabriel en el atrio desnudando a su sentido y a su piel de frío de un cruel fantasma. Y, Gabriel, siente y percibe un frío altercado y de un siniestro cálido que ocurre antes de la noche, sí, en ese ocaso frío en que el destino se aferra en que el suave delirio es tan delirante. Cuando en el alma de un siniestro cálido de ese sol en que no se vio jamás el espectro llamado Margarita, cuando ella, sólo se ve entre el rocío de la mañana y la poca lluvia esporádica que sale en la mañana desnudando a la piel y al deseo en convertir todo en un sólo presentimiento como lo fue imperceptible el momento de creer en el desnudo tiempo entre el fantasma Margarita y Gabriel. Porque Margarita, cuando ocurre el desastre mayor de haber suicidado a su propio corazón con esa soga letal en el cuello. Cuando el embate de creer en el alma por imperceptible y por destruir el alma cegando al tiempo, fue cuando quiso Margarita derribar a su propio instinto matando a su corazón. Porque en el instante se vio como un mal destino cuando Margarita realizó el cometido de suicidar con una soga, pero, quedó viva queriendo amar y perseguir a Gabriel. Y Gabriel desnudando su delirio insospechado sin saber, aún, de la verdad. Cuando el fantasma llamado Margarita cruza por delante de Gabriel y casi perceptible se hace tan real en que casi Gabriel se desmaya delante de Margarita. Porque en el desenfreno el fantasma va como un espectro tan real, pero, alucinante cuando en el embate se siente como un rico porvenir, cuando se siente como en una buena, pero, amarga soledad. Y Margarita se siente como un espectro frío, pero, lleno de calor queriendo amar a Gabriel y Margarita desnudó el instante en que se siente como boleto sin regreso cuando en el intercambio de miradas se ve a ese frío mar desértico de creer en la mirada a todo un mar. Cuando en el alma de Margarita se ve como una luz transparente y translúcida, pero, perceptible en creer en la manera de amar y de sobrevivir cuando en el instante se siente como poder ver al cielo lleno de esa lluvia esporádica y en la mañana de un rocío hermoso. Y se hace visible Margarita ante Gabriel desnudando el combate de sentir la suave piel y queriendo amar a Gabriel quedó Margarita. Cuando en el embate Gabriel siente un frío espeluznante entre piel y piel y llega a su piel el miedo intenso de un fantasma que sale y se ve en el rocío y como lluvia esporádica en la mañana. 






FIN                                                  

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de diciembre de 2022 a las 00:02
  • Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Es Gabriel, se muda a la casa de la esquina en un área rural donde conoce a Margarita un fantasma de hace dos décadas que murió en esa casa… y es el miedo intenso que le recorre de piel a piel… Mi #26 de novela corta en el año 2022…Mi #114 de novelas cortas hasta el año 2022…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 16
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.