Diciembre 16

I

Busca en la lluvia de Diciembre 

Las gotas que quedan suspendidas en la suave tela de la eternidad 

Porque supe siempre 

La vida empieza después de desaparecer de la realidad 

Todos nuestros átomos reaccionaron en cadena 

Con solo vernos a la distancia 

Somos capaces de cumplir nuestra condena 

Las cadenas solo son instrumentos del destino

Pides más de mí 

Y ya no puedo dar nada más 

Descubrir que muero al amar

Es la carga que llevo hasta el sol

Y no puedo desafiar 

La voluntad del rol que me tocó actuar

El encuentro fue la cumbre del éxtasis 

Montaña arriba juré desaparecer 

Entre las nubes que cubrían la cima 

Y encima tuyo abracé el placer 

No sé si podré sobrevivir hasta que sea tiempo de decir adiós 

II 

Los regalos están sobre el estante junto a la chimenea 

Con cariño Ella los envuelve con papeles de colores y lazos de emoción 

La sala se ilumina con las luces del árbol de Navidad 

Y en las esferas se refleja mil veces, y no me canso de verla en todas ellas 

El mejor regalo no está envuelto 

Llegó hace tiempo y de sorpresa en un lugar inesperado 

Ella no imaginó lo que iba a encontrar 

Yo no podía imaginar todo lo que iba a ganar 

Y muchas Navidades después la tradición continúa, de compartir unas noches de otoño 

El vino tinto está listo en la mesa

Esperando el brindis de hoy, para recordar anécdotas e historias 

Algunas nos hacen llorar, pero la gran mayoría nos hacen reír 

En el cielo que creamos con nuestra imaginación

Hay muchos planetas y lunas

Y siempre dijiste que todo esto 

Era demasiado, para un solo corazón 

Acá está el mío, para que sean dos 

III 

Hubo un tiempo 

En que buscaba cometas entre las estrellas 

Y las estrellas se hicieron lágrimas 

Y los cometas fantasmas 

En la noche busqué sorpresas entre las nubes 

Y las sorpresas huyeron deprisa 

Y las nubes lentamente 

Hubo un instante 

En que quise encontrar un amor entre desconocidos 

El amor nunca llegó 

Los desconocidos se volvieron sombras 

Y dejé de buscar 

Y dejé de soñar 

No hubo más aventuras 

No hubo más locuras