Y tú, alma desleal, que desperdigas ingentemente afecto,
pero no en tu alcoba, donde mora tu reina;
alma de perjuro, garbo y liado, de hidalgo y señor,
que despilfarras delectaciones, como si nada
y fielmente tu amada en su lecho sola y sin atenciones.
Tu dama solloza próvidamente mendigándote lo que debes,
lisonjas y embelesos que tanto prometiste,
mas satisfacciones que son ajenas más engulles
y el trato de cariño con tu señora disipaste.
Apagas ahora paulatinamente la llama que arde
de la hoguera que fue encendida en ambos corazones
propiciando la angustia y no el regodeo de la pasión;
palabras que enmudecieron, besos que se secaron, presencia tácitamente en lejanía…
perfumes de melancolías en días que son punzantes
desde su aposento tras tus infidelidades
que sin cesar la laceran,
invitado que incomprensible te volviste, por desventura
de los dos que un día unidos permanecían
amándose con intensidad y que promesas se expresaban
en primavera, pero con el paso de mayo y junio
los contextos fueron cambiando, porque eran
uno para él otro cuando recién tanto se completaban
y hoy son incompatibles sin efusión en fase de luna llena.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2022 a las 19:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 45
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