La boda en celebración está por comenzar en el templo sagrado de la iglesia de Dios. Los novios hacen su entrada triunfal por la entrada de la iglesia esperando por la bendición del padre santo. La boda es la celebración más conceptual que se da en el venidero otoño cuando cae el mes de noviembre. Los novios se besan en la forma más radiante y más fructífera frente al padre bendiciendo ese enlace nupcial y que sea para siempre. Y los novios en el altercado frío se sienten como una luz descendente en poder creer en el alma fría y tan desnuda como el tiempo y el ocaso frío en que el otoño se convierte en una fuerte transición. Los novios descienden hacia el más nefasto de los mejores tiempos. Cuando arde el deseo en querer hacer brindar por amor los cuerpos llenos de amor, de pasión y de emociones buenas, cuando en el tiempo no se borra el instinto en querer amar dentro del ocaso frío y la suerte de atraer el instinto de amar bajo las sábanas en una calurosa habitación donde el amor se siente como brindar por amor los cuerpos. Y llenos de ansiedades se enaltece el amor en bondades buenas y de un altercado saludable en querer subir al cielo para poder alcanzar lo inalcanzable. Si los novios desean brindar por amor cuando a pesar de la conmoción, de la emoción y de los nervios en el cuerpo, cuando en el ocaso frío se advierte que la vida queda como un suburbio quemando el alma y destrozando la era en un futuro propulsor en cada beso entre los novios. Los novios enaltecen la vida en un delirio delirante en que el ocaso frío casi abandonan a la iglesia de Dios, y en ese ocaso de un otoño en noviembre, se enfrasca de tiempo y de salud al brindar por amor con los cuerpos y por amor. Y dentro de la osadía que por el día se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos llenos de ternura y de una sola locura, y queriendo amar quedan los novios en el altercado frío y se sienten como el frío desenlace en querer atreverse a amar lo que más se siente. La boda en celebración está en su máximo punto del clímax en el templo sagrado de la iglesia de Dios. Los novios van de camino a la recepción de la boda de los novios. La boda es la celebración más fructífera que se da en el otoño cuando cae el mes de noviembre. Y los novios en la reyerta fría se sienten como una paz sosegada en poder creer en el alma llena de calor y tan irreverente como el tiempo y el ocaso álgido en que el otoño se convierte en una alfombra de hojas en otoño a los pies de las personas. Los novios descienden hacia la más bonita recepción de todos los mejores tiempos. Cuando llega el deseo en querer hacer brindar por amor los cuerpos llenos de amor, de emociones y de pasiones ardientes cuando en el tiempo es imborrable si el instinto en querer amarrar en la recepción al buen deseo de bailar y gozar la fiesta y con la sensación del instinto en querer amar bajo las sábanas en una calurosa habitación donde el amor se siente más como brindar por amor los cuerpos. Y llenos de pasiones se aviva el amor en benevolencias y de una camorra saludable en querer subir al cielo para poder alcanzar lo imposible. Si los novios en la recepción desean brindar por amor cuando a pesar de la emoción y de la ansiedad, cuando en el ocaso álgido se advierte que la fiesta queda como una buena suerte con el alma y destrozando la era en un porvenir que en cada beso entre los novios es bendición. Los novios y con la vida intensamente en un gran desafío en que el ocaso es frío y tan álgido como en ese ocaso de un otoño en noviembre, el tiempo y en salud al brindar por amor con los cuerpos y por amor, no se hace esperar más. Y dentro de los cuerpos, amor, pasión, desnudez fría, en que se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos llenos de bondad y de un sólo bienestar, y queriendo correr como quedan los novios cuando en la reyerta fría se sienten como el frío inmortal en querer brindar por amor con los cuerpos desnudos como si fuera una habitación llena de calor extremo. La celebración en la recepción está por comenzar en el hotel preseleccionado por los novios, y los novios hacen su entrada triunfal en el hotel, esperando por la bendición de la gente y de sus familiares más cercanos y amistades. La celebración de la boda está más llena de diversión cuando se da en el venidero otoño cuando cae el mes de noviembre. Los novios se besan en la entrada triunfal en el hotel, en la forma más pasional, y más idónea, frente al público bendiciendo ese enlace nupcial y que llegue a ser uno muy perduradero. Y los novios en la camorra ideal se sienten como una luz, como un amor y una gran pasión, y en poder creer que el amor existe y tan desnudos los cuerpos y en un noviembre frío en que el otoño se ve tan hermoso. Los novios cruzan por el hotel pernoctando hacia la linda recepción. Cuando el deseo y la felicidad en querer hacer brindar por amor los cuerpos llenos de pasión, de amor y de buena salud, si en el tiempo es imborrable el deseo en querer amar dentro en el otoño frío dejando atrás a la suerte en haber atraído el lindo llanto en querer amar bajo el odio, y el rencor olvidado y por una fría tentación donde el amor se lleva si es como brindar por amor los cuerpos. Y en la recepción se enaltece el calor y el poder en sublevar y dar un altercado frío en querer subir al cielo para poder alcanzar lo imposible. Los novios desean brindar por amor cuando a pesar de la vida, del amor y como se conocieron y la emoción por otro lado y más los nervios en el cuerpo, cuando en el otoño gélido advierte que los novios tendrán un futuro prometedor. El alma de los novios destrozando la era en un frío porvenir si en cada beso entre los novios, si los novios llegan a la vida en un delirante gélido en que el ocaso se abandona la soltería y en ese otoño de un frío noviembre, se perfila el tiempo y la salud por brindar por amor con los cuerpos y llenos por amor. Y dentro de la recepción en que por el momento se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos llenos de pasión y de un amor en locura, y queriendo amar quedan los novios cuando en la recepción derraman amor a tutiplén si sienten al amor atreverse a amar lo que más se siente en el solo corazón entregando buenas vibras y mucha prosperidad en salud matrimonial. La boda en celebración está por comenzar en la bella recepción en el hotel destinado para la celebración amando siempre al amor que llevan consigo. Y profesan amor a plenitud y amando enteramente se enfrasca la vida en tiempos de amor. La boda es la celebración más viva, más hermosa y más recordada también. Los novios se besan en medio del hotel dejando saber que su amor es pasional y lleno de un sólo amor que les deja pasión ardiente en el mismo corazón. Y los novios en ese otoño frío se percibe de que existe una luz descendente en creer que el alma fría y tan desnuda está muy calurosa y con el ocaso frío donde ya casi llega la noche fría para poder hacer festejo del enlace nupcial en que el otoño se ve como tan hermoso y como una alfombra alrededor de los pies en el jardín del hotel y todo por la caída de los pétalos y hojas volando por los aires. Los novios ascienden hacia el hotel, sí, a la recepción que los espera para festejar con manjares el agasajo nupcial entre los novios. Cuando el tiempo arde como el deseo en querer hacer brindar por amor los cuerpos llenos de ternura, de pasión y de emociones buenas, si en el otoño no se borra el frío ni las hojas caídas en querer amar dentro del ocaso frío dejando el mal porvenir detrás de toda la existencia mal vivida y el instinto de amar bajo las sábanas en una hermosa habitación donde el amor se siente más como brindar por amor los cuerpos. Y los novios en la celebración y llenos de felicidad se enaltecen de amores sin confusión en querer subir al cielo para poder alcanzar lo más inevitable de todo el amor. Si los novios desean brindar por amor cuando a pesar de la pasión, de la emoción y de los nervios en el cuerpo, cuando en el ocaso frío se advierte que la vida queda petrificada en la espera inesperada por brindar por amor en un sólo brindis antes de dar rienda suelta al festejo y a la celebración. Cuando en realidad se espera a que los novios brindan por amor en las bodas más hermosas de todos los tiempos. Si los novios en cada rincón del hotel en que el otoño frío fue como abandonar al gélido en la piel uniendo cuerpos por brindar con amor y en ese ocaso de un otoño en noviembre, y se siente como poder destruir el odio de un sólo pasado en que fue como poder no recordar más.Y dentro del corazón se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos llenos de amores y por una bella pasión y queriendo amar quedan los novios cuando en el amor se convierte en calor y se aman como se siente el altercado de entregar cuerpo, alma, vida y corazón. Y los novios por haber contraído un enlace matrimonial en ese otoño frío se percibe de que existe un calor dentro, sí, muy dentro en creer que el alma no era fría y tan desnuda si está muy calurosa y con el ocaso frío donde llega la noche fría para poder hacer del amor un sentimiento delirante y tan real como poder sentir y presentir que los novios van de rumbo hacia un destino prometedor. Si los novios caen en tiempo y espacio volando como vuela el ave y destruyendo el frío en el cuerpo con el calor en la piel. Si el tiempo es pasional como el deseo en querer brindar por amor los cuerpos llenos de amor, de pasión y de salud, si en el otoño es indeleble al frío y a las hojas caídas dentro del otoño converge en que el odio no va más. Si los novios en la celebración de esa boda están llenos de felicidad se siente como los amores con consuelo en querer subir al cielo para poder alcanzar lo más eficaz del todo y del amor. Si los novios desean brindar por amor cuando a pesar del amor, de las miradas llenas de amor y de los nervios en la piel, cuando en el otoño frío en el mes de noviembre advierte de que la vida queda petrificada la espera inesperada por brindar por amor en un sólo brindis antes de dar rienda suelta al festejo y a la buena y excelente celebración. Cuando la verdad se percibe a que los novios brindan por amor en un buen matrimonio hecho por amor y de todos los buenos tiempos. Si los novios en un buen deseo se hallan en un hotel, el cual, nace la inspiración y la musa inspiradora para poder brindar con copas de vino y de champagne por la vida de los novios y su futuro prometedor y más que eso venidero como un buen porvenir en que sea incierto. Y dentro del hotel se halla el público, la gente, las amistades y los familiares, y se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos y más hasta el tope y por un lindo amor y queriendo amar quedan los novios cuando en el instinto ya se aman como se siente el calor entre los cuerpos y más entre la osadía de un otoño frío en el mes de noviembre, cuando transcurre el tiempo y más como el amor entre relojes dando horas exactas para irrumpir y llegar hasta por brindar por amor en el festejo de esa bella celebración de los novios. Y los novios en la camorra perfecta de la vida agasajando el vino en copas de brindis, como un amor y una gran pasión, y saber que el amor existe y qué tan felices se sienten y en un noviembre frío en que el otoño se ve bello. Los novios cruzan por el hotel caminando de un lado hacia el otro en la linda recepción. Cuando el amor y la felicidad en querer hacer brindar por amor los cuerpos llenos de pasión, de amor y de buena salud, si es imborrable el tiempo y más el deseo en querer amar dentro en el otoño frío dejando atrás a la mala vida que con odios se les derribó todo encima. Y haber atraído el frío desenlace en querer amar bajo el odio, y el rencor olvidado y por una fría tentación se siente de que todo está en el olvido. Y donde el amor se lleva, si, en el corazón si es como brindar por amor los cuerpos. Y en la recepción se ve venir el brindar por amor y el poder en sublevar y en querer expresar todo lo sucedido entre los novios. Si los novios desean brindar por amor cuando en el instante del amor y cómo se conocieron y la emoción por otro lado y más los nervios en el cuerpo, por comunicar un brindis, el cual, era merecedor de un siniestro y tan cálido como fue el otoño gélido en que advierte que la recepción será inolvidable. Si el alma de los novios se sienten tan enamorados como la era de un frío porvenir y en cada beso entre los novios. Si los novios se disponen a sentarse en la mesa dispuestos a entregar lo que en realidad en el ocaso se siente el calor de un sueño ya realizado y en ese otoño de un frío noviembre, se perfila el tiempo y la salud para brindar por amor con los cuerpos y llenos por amor. Y si en el combate de dar besos en la recepción en que por el instante en que se ama como se ama por brindar por amor en el tiempo por amor y desenfreno y queriendo amar quedan los novios cuando en la recepción derraman amor en insistente osadía. Si sienten al amor con el haber amado por amar y en lo que más se percibe en el solo corazón entregando buenas emociones y mucha prosperidad en el enlace nupcial. La boda en celebración está por empezar en la bella recepción y en el hotel destinado para la celebración y expresar un brindis, en el cual, sea un brindis por amor y amando siempre al amor que se llevan consigo. Y proliferan amor a plenitud y amando enteramente se enfrasca la vida en tiempos de amor. Y la boda es la celebración más conceptual, más honesta e inolvidable entre las mentes de los presentes. Los novios se besan una y otra vez, en medio del hotel dejando saber que su amor es directo y pasional y ardiente como el amor e inmensamente amoroso como lo que se deja en el corazón un sólo amor. Y los novios en ese otoño frío sienten que el alma da la luz condescendiente y tan viva como poder en ser tan indeleble como poder en ser la novia y el novio más admirados de todos los tiempos y tan pasional que se ve a tutiplén el amor en cada renacer de la mesa decorada con flores ornamentales y poder hacer festejo del enlace nupcial en que el otoño se ve como bello, radiante y como una alfombra alrededor de los pies en el jardín del hotel y todo por la caída de los pétalos y hojas volando por los aires en un frío otoño. Si los novios caen en tiempo y espacio volando lejos del tiempo y buscando en el alma a toda verdad insistente cuando se aman sin rencor alguno. Si el tiempo es pasional como el deseo en poder brindar por amor en el desenlace frío de entrever el capricho exótico, de pasión y ofreciendo salud, si en el otoño es indeleble al frío y las hojas caídas dentro del otoño no se siente el odio ni va más. Si los novios en la celebración de esa boda se percibe el momento en querer subir al cielo para poder haber alcanzado todo el amor si en los novios se percibe el verdadero amor. Los novios desean brindar por amor cuando a pesar del dolor que se vivió en un sólo trance y ya con las miradas llenas de amor y de los nervios en la piel, en el otoño frío en el mes de noviembre se advierte de que la vida queda desorientada y en cada pétalo de la rosa una sola insistencia en el jardín o en el huerto del hotel donde las personas caminan. Cuando la verdad se percibe que los novios brindan por amor en un buen sentido hecho por amor y de mejores tiempos. Si los novios se hallan en la mesa, en la cual, nace la conmísera existencia y la musa inspiradora para poder brindar con copas de vino y de champagne por el momento en que se vive con la vida de los novios y su futuro prometedor y más cómo se conocen y en el momento en que el amor se siente como poder brindar por amor con copas de vino. Y dentro del hotel se halla el amor y la pasión y el desenfreno a amar y se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos y por un lindo amor y queriendo amar quedan los novios cuando en el instinto ya se aman como se siente el calor entre los cuerpos y más entre un otoño frío en el mes de noviembre. Cuando el tiempo y más como el amor entre parientes ofreciendo copas de vino y brindar por amor en el festejo de esa bella celebración de los novios. Y los novios en la camorra directa de la vida celebrando con vino en copas de brindis, como un amor y una gran pasión, porque entre los dos se atreve a sentir el inmenso amor desafiando la pasión entre los novios. Los novios cruzan por el hotel si pernoctan con la bella decoración de la recepción en el hotel donde se guarda un bello recuerdo inolvidable. Cuando el amor de los novios es casi visible cuando en el alma de cada cual, se aterra a sentir el suave desenlace si es imborrable el tiempo y más el deseo en querer amar dentro en el otoño frío dejando atrás a la vida de soltería y en una terrible soledad. Y por haber ganado al amor, y la vida de casados y por un amor en que se atrae más que todo sino está en el olvido. Y donde el amor por brindar por amor los cuerpos deseando amar convergen en un enlace nupcial y como un matrimonio sano. Los novios se besan en la mesa desafiando la forma más pasional, y más fructífera, frente al mar donde se realiza la boda de los novios, los cuales, se identifica como el amor más profesado de todos los tiempos. Y los novios en la sola idea se sienten como un desafiante percance en querer amar a tutiplén. Los novios cruzan por el hotel y caminan en la linda recepción. Cuando el amor y la felicidad en querer hacer brindar por amor, sí, con los cuerpos, si en el tiempo es imborrable el amor entre ésta bella pareja que se profesa un amor silente como expresar a todo vapor su amor sin ser clandestino. Y el rencor se hizo cuando en un tiempo devastador por la dejadez del amor por donde el amor se lleva, sí, es brindar por amor con los cuerpos. Y en la recepción y más en la mesa donde se comparte el amor y es ofrecer un frío invierno cuando llegó el otoño frío en noviembre, si se casan los novios. Los novios desean brindar por amor cuando al pasar la vida, el amor y cómo se conocieron y con la emoción y con los nervios en el cuerpo, si en el otoño álgido quiere que la recepción tendrá un futuro propulsor. El alma de los novios siente como la era en un frío e insistente paso en la vida si en cada beso entre los novios, se funde un sólo calor entre la pasión de un sólo beso. Si los novios comparten su felicidad en que el ocaso no abandona el amor y en ese otoño de un frío noviembre, el tiempo y la salud por brindar por amor con los cuerpos y llenos por amor. Y en la recepción de la celebración en que por el momento se ama como se gana por brindar por amor con los cuerpos llenos de pasión y con un amor en locura, y amando por amar quedan los novios cuando en la recepción destilan amor con toda celebración si sienten al amor atreverse a amar lo que más se siente en el solo corazón entregando buenas condiciones y mucha prosperidad en salud y en enlace matrimonial. La boda en celebración está por comenzar con un brindis para brindar por amor en la bella recepción en el hotel destinado para la celebración amando siempre al amor que llevan con el corazón. Y profesando amor con prontitud y amando eternamente se siente la idea y la vida en tiempos de amor. La boda es la celebración en una vida, más bella y con más ilusión también. Los novios se besan en medio del hotel y en una mesa decorada de flores dejan saber que su amor es pasión y por un sólo amor que les deja pasión ardiente en el mismo corazón. Los novios en ese otoño frío y más en ese noviembre se percibe de que existe una luz descendente en creer que el alma fría e indeleble está llena de un sólo calor y con el ocaso frío donde ya casi llega la noche fría para poder hacer festejo de las nupcias en que el otoño se ve como bello y como una alfombra alrededor de los pies en el jardín del hotel y todo por la caída de los pétalos y hojas volando por los aires. Los novios se sienten en el hotel como dos huéspedes hacia la mesa, sí, en la recepción que los espera para festejar con manjares el momento nupcial entre los novios. Cuando el tiempo es como el tiempo o como el deseo en querer hacer brindar por amor con los cuerpos llenos de amor, locura y de emociones en torturas buenas, si en el otoño no se borra el frío noviembre ni de las hojas caídas imborrables en amar dentro del ocaso frío dejando el mal porvenir detrás de todo el mal vivir y del instinto por amar en futuro bajo las sábanas curtidas en una habitación donde el amor se desea sentir más como brindar por amor con los cuerpos. Cuando el alma de los novios se ve empañada por la presencia de otra pareja que llega al agasajo de los novios en la recepción en el hotel donde se sientan a brindar por amor con copas de vino y de champagne. Cuando en el altercado frío y desnudo como el invierno frío y tan desolado, pero, muy abrigado en espera y de sentimientos se aferra a la idea de converger en el alma una insistente verdad y que a la verdad se aterra el delirio de enfrascar la insistente forma y manera de ver el cielo y de escuchar el brindis por amor en el intercambio de palabras que llegan hasta el fondo en la manera en que el destino se aferra al silencio distraído en que el alboroto fue y será como el ir y venir lejos de la realidad, pero, dejando un mal dolor en el alma. Cuando en el alma se aterra con la insistente verdad en que se halla una sola verdad y tan fría como lo es, fue y será el brindis de los novios en la celebración fría y tan desnuda como lo fue sentir el nuevo tiempo juntos de los novios. Cuando en el tiempo y más al acecho en creer en el invierno frío se siente desapercibido el momento en que se cuece la forma en creer en el alma con una sola verdad y tan trascendental, pero, inocua. Cuando el alma de los novios se electriza de un sólo espanto cuando los dos jóvenes se disponen a realizar el brindis de los novios. Y se siente como un frío altercado y como una mísera inacción, pero, muy alterada de un espanto nocturno cuando llega la noche a cubrir la sensación en abrigar la noche con abrigos el frío de la noche y de un invierno en un otoño como lo es el mes de noviembre cuando deciden los novios unir en santo matrimonio sus vidas. Si los novios desean brindar por amor cuando a pesar de la emoción y de la pasión y de los nervios en el cuerpo, se altera la vida en un ocaso frío y se advierte que la vida queda como un suburbio quemando el alma como fuego devorador y destrozando la era en un futuro propulsor por cada beso entre los novios. Los novios quieren de la vida un delirio delirante cuando el ocaso casi se une el deseo con la verdad fría de sentir el suave desafío, y en ese ocaso de un otoño en noviembre se enfrasca el tiempo y más se une en salud al brindar por amor con los cuerpos y por amor. Y dentro del alma de los novios se ama como se ama por brindar por amor con los cuerpos llenos de un amor y de una sola locura, y queriendo amar quedan los novios cuando en el altercado frío se sienten como el frío desenlace en querer atreverse a amar lo que más se siente. La boda en celebración continúa en su máximo punto del festejo y del agasajo en el hotel donde se perfila el amor. Los novios se sientan en la mesa por donde se escurre el deseo y más la convidada ceremonia de los novios. La boda es la celebración más fructífera que se da en el otoño cuando cae el mes de noviembre.
Porque cuando en el altercado frío entre el ir y venir, ya se presiente el brindis de dos enamorados por brindar por amor. Los novios, se asombran al ver pasar a ésos dos jóvenes que van a interpretar el brindis de amor hacia la pareja de los dos novios. Ella lo mira a él, como queriendo enredar el tiempo en una desavenencia cuando ésos jóvenes pueden descubrir la verdad de los novios. En el altercado frío se siente en las venas correr el temor por brindar por amor, un brindis como el fuego y el agua, el viento y el aire, como si fueran dos viejos amigos, pero, no sabe que existe el enemigo cuando en el tiempo corre en ser como el deseo de descubrir la impoluta verdad cuando se asombra de espanto cuando los jóvenes se sientan cada uno al lado de cada uno de los novios para brindar por amor. La felicidad de los novios se horroriza cuando comienza el brindis y sus rostros realmente no es lo mismo. La vida de los novios no es bienvenida en la vida de éstos dos jóvenes cuando comienza el brindis para brindar por amor. Era un brindis largo, extenso, inteligible y muy inteligente por parte de éstos dos jóvenes cuando comienza el brindis. Y brindar por amor no es tarea fácil cuando la vida de los jóvenes comienza en frío devastador sintiendo el suave delirio y delirante al sentir en la piel desnudando al tiempo, al amor y al desenfreno total de creer en el embate de dar y descubrir la impoluta verdad. Cuando se intensifica el miedo en las pieles de frío es el instante en que toda la verdad puede ser descubierta. Los novios interpretan el momento como uno maligno siendo un momento benigno sin saber que el brindis acecha con devorar al alma de un solo sentimiento. Si la verdad sólo existe en el corazón de los novios y en la boca de éstos dos jóvenes que comunican el brindis por amor cuando en el tiempo se dice que el imperfecto momento se electrizó la forma de amarse de los novios. Ambos novios se miran a los ojos profundamente como queriendo escapar de allí y salir corriendo, pero, el sentido y el sentimiento quedó abatido en la espera por ser tan inesperada esa espera en que el deseo se convierte en total razón cuando en el embate se siente como en el trance de la verdad cuando la verdad la posee la boca y la expresión de éso jóvenes. Si los novios entristecen de un espanto seguro cuando en el alma se envenena de un sólo mal tiempo, cuando se siente como envenenar las palabras en esa expresión y de un sólo brindis. Y fue el deseo y el mal convenio en creer en que el deseo se siente como el mal sabor en bocas de malas sensaciones por parte de ésos jóvenes. Y se siente como se percibe el alma muerta de espanto, de ilusión y de una inseguridad sin sentido cuando en el tiempo y más como un respiro en cada suspiro que se dio ésa noche en que se da brindar por amor cuando en el instante se anhela como uno lleno de felicidad, pero, fue adversamente lo contrario. La vida de los novios se vio indefensamente alterada cuando en el trance de la vida se entristece de llanto sosegado, sollozando en el tiempo y como en la noche se pierde toda felicidad cuando en el intercambio se siente como el delirio delirante de un camino que es nuevo por comenzar. Y los novios en la sola forma de amar se sienten como un desafiante percance en querer amar a tutiplén, pero, el brindis por amor acecha con devorar a la fría verdad. Los novios cruzan por el hotel se sienten desafiantes ante los jóvenes. Cuando el dolor y la infelicidad en querer brindar por amor, sí, con los cuerpos, y en el tiempo es imperceptible el amor entre ésta bella pareja que se desea un amor en silencio si es como expresar a todo imperio sin ser insospechado en el tiempo. Y el dolor se hizo cuando en un tiempo devastador los jóvenes expresan brindar por amor y del amor por donde el amor se lleva, sí, es brindar por amor con los cuerpos. Y en la mesa donde se comparte el amor y es ofrecer un frío invierno cuando llegó el otoño frío en noviembre se casan los novios. Y los novios desean brindar por amor cuando en el otoño álgido se siente un desprecio si se tendrá un futuro prometedor. El alma de los novios siente el solo desprecio como la era en un frío e insistente paso en la vida si en cada beso entre los novios, se fundió un sólo calor entre la pasión de un sólo beso, pero, ya no. Si los novios desean su felicidad en la noche sin abandonar el amor y en ese otoño de un frío noviembre, el desamor y la vida brindan por amor con los cuerpos y quedan estupefactos. Y en la mesa de la celebración cuando en el momento se desama como se pierde al brindar por amor con los cuerpos llenos de ansiedad,desesperación y con un dolor en tortura. Y desamando por amar quedan los novios cuando en la mesa destila desamor y con toda celebración se siente al amor en desavenencias que por desamar lo que más se encrudece en el corazón y entregando malas vicisitudes y mucha mala prosperidad sin salud en un enlace matrimonial. La boda en celebración está por empezar con un brindis para brindar por amor en la recepción en el hotel para la celebración desamando siempre al amor que se lleva en el corazón. Y dando desamor con exactitud y amando eternamente se siente como una mala idea y la vida en tiempos de desamor. La boda es la celebración de toda una vida, más bella y con menos desilusión también. Los novios se aman en medio del hotel y en una mesa decorada en flores y que aman por saber que su amor es una eterna pasión y por un sólo amor que les deja pasión vehemente en el mismo corazón. Los novios en ese otoño frío y más en ese noviembre se anhela de que exista una luz translúcida en creer que el alma fría e indeleble está llena de un sólo calor cuando llega la noche fría para poder expresar el brindis de las nupcias en que el otoño se ve como hermoso y como una alfombra alrededor de los pies en el jardín del hotel y todo por la caída de los pétalos y hojas volando por los aires. Los novios se sientan a la mesa, sí, en la recepción que los agasaja para festejar con exquisito y delicioso manjar el momento nupcial entre los novios. Y el brindis por amor y por contemplar las iras se siente como el pasaje de ida y sin poder regresar hacia una iglesia por donde Dios bendice tal unión. Y los novios caen en un embate de dolor y de toda una verdad y tan hiriente como poder ser de ambos el reflejo del sol en cada destino. Cuando arde el tiempo y más que eso un altercado frío y desnudo una sola verdad en que el destino quiere que se revele y en contra de toda ocasión se hiere a pulso dentro del porqué desnudo y tan insolvente en crear una toda una verdad y tan dolorosa como el atreverse a desafiar la misma vida. Cuando en el altercado o como la reyerta entre ambos jóvenes por comunicar una verdad tan real como la que ellos poseen dentro de sí. Y como un suburbio automatizado de un espanto seguro que en la noche se electrizó más la forma de caer en el imperio sosegado de tiempo y de un sólo espacio en la mesa de celebración de una boda, en la cual, se enaltece aquella vez en que el deseo es fuerza como aquella luz en el alma de cada uno de los novios. Cuando por brindar por amor quedó sintiendo el mal altercado en enfríar el desastre en copas de vino y de champagne. Y las copas quedan tan frías como el mismo invierno frío del mes de noviembre cuando la pareja decide contraer nupcias. Y el vino efervescente como toda verdad quedó en las copas sin poder ser bebida, cuando en el frío invernal se siente como delirio delirante en poder creer que el destino es tan frío como ese vino que se sirvió en copas sin huella labial. Cuando los jóvenes deciden expresar el brindis y, comienza así…
-“... Este brindis es por los novios, desde hace mucho tiempo se conocieron en el bar, el cual, yo soy dueño, ésta pareja es la pareja ideal, idónea, perfecta, amada y soñadora, se conocieron mientras la vida corre tan aprisa, ésta pareja es la pareja fiel, exacta y sin ninguna vicisitud…”-,
Mientras que éstos jóvenes dictan el brindis los novios parecen mirar sus propios corazones, cuando el brindis es brindar por amor queriendo ser como la misma perfección de las palabras expresando el buen sentido y la verdad entre letras y palabras. Las palabras en este brindis del amor entre dos novios conmociona la vida, la esperanza, la espera y la buena trascendencia mirando siempre el buen porvenir siendo las mismas palabras tan exactas como perfectas. Y derribando el mal proceder cuando ocurre el peor de los momentos cuando se perfila desde muy adentro la única razón perdida cuando se miran los novios por entregar la fría verdad en que la fuerza y la debilidad se aferra el instante con miradas sorpresivas, pero, todo va saliendo muy bien hasta que llega a un punto donde el clímax por brindar por amor cuando en el alma de los novios se siente como desapercibido el momento, pero, en el alma de los novios se aterra a sentir la fría verdad cuando en el tiempo se siente como un mismo mal tiempo, pero, tan real como la paz que lleva la novia en su interior. Los novios estrecha nuevos lazos de unión y solamente la muerte puede desunir, pero, el frío se apodera de la mala situación y como una camorra se debate la insistencia de querer amar a pesar del dolor en que se siente el alma en un instante. La mirada de la novia hacia el novio se sintió como tan penetrante como poder ocultar sin revelar una verdad en que se cuece el alma de un tiempo en que la novia fue una estrella en ese bar y dejando el tiempo al tiempo fiero, eufórico y trascendental cuando en el alma se debate una sola espera de ver el cielo como una sola verdad y tan fría como poder sentir el ir y venir lejos de la realidad cuando en el tiempo al tiempo se escurre una sola verdad en sentir la exasperación en el camino de los novios. Y continúa el brindis por los novios…
-“... ésta pareja ha contraído matrimonio para vivir una vida juntos y para siempre deseando perdurar por el resto de la vida y por sentir el amor real en el corazón, brindemos por amor, por la pasión y por el amor vehemente, ardiente y pasional cuando el momento es ahora en que la verdad es…”-,
El novio ni los presentes pueden imaginar que la verdad es otra cuando el tiempo encrudece como el tiempo no caduca y ella una estrella porno cuando en el tiempo fue una estrella fantástica, majestuosa, esbelta y con una silueta hermosa, pero, el tiempo le juega una buena tajada cuando conoce al novio en ese bar, ella sin decir ni mediar palabra alguna se identifica como una mujer de poca clase, pero, muy decente y la verdad es que era plebeya con un pobre instinto cuando se aferra al amor del novio que conoce en el bar. El novio sin sospechar de la presencia de ésos jóvenes que dictan el brindis para brindar por amor y se debate una sola mala insistencia. Y se dedicó a ser como el novio de la novia sin saber de la pureza de la verdad. Cuando en el altercado se aterra en ser como el desafío y en converger a la fuerza de la verdad en que se siente como la misma verdad de que la novia fue una estrella en ese bar. Y el brindis por amor continúa para los novios…
-“...y la verdad es que hay un altercado entre corazón y amor cuando a la verdad que nos conocemos de un tiempo muy lejano…y hoy deseo agradecer su amistad y su compañerismo y como casi hermanas hoy quiero decir que…”-,
Los nervios del novio se dispone a sentir el deseo, la ambición y la manera de creer a toda costa de que, sí, era el novio quien conoce a ésa mujer quien dicta el brindis por amor, cuando en el trance de la fría verdad se encierra el acometido en hacer creer en el altercado frío e indeleble en conocer a ésa mujer quien dicta el brindis… Y continúa el brindis para los novios…
-“... puedo decir que conozco al novio desde muy jóvenes y son la pareja ideal, idónea y perfecta cuando la vida da mil vueltas y sin poder olvidar el buen pasado nos aferramos a la idea de que son una bonita pareja y que …”-,
El novio parece dar rienda suelta a lo que significan esas palabras al igual que la novia. Cuando en el alma de los novios se percibe un frío de nervios con la pureza de la verdad cuando se aterra al sentir el suave murmullo de los presentes como si supieran la impoluta verdad y que no está demás expresar el sentido de los novios cuando uno de los jóvenes dice que hable el novio… y el brindis continúa así…
-“... somos la pareja perfecta, nos amamos con ahínco, supremacía, amor y con una gran pasión y queremos demostrar que nuestro amor será para siempre…”-,
La novia muy nerviosa sabe una cosa que el amor no durará para siempre si se oculta una verdad en que se amó clandestinamente bajo el alma y una luz descendente cuando se oscurece el día con lluvia tapando al sol con una tormenta. Y la novia se siente fría, nerviosa, exasperada y muy intransigente cuando sólo quiere y desea que termine el brindis por amor para brindar los cuerpos por amor con copas de vino y champagne si la vida corre como el tiempo y como el viento tan veloz. La buena suerte que tienen los novios al esconder y ocultar su pasada identidad les dio amor y a plenitud zozobrando en el tiempo y quedó el brindis por brindar por amor sin destino alguno y los novios fueron eternamente felices sin revelar su oscuro pasado. Y el novio terminando con rapidez el brindis dijo…
-“... vamos a brindar por amor y por los novios…”-.
FIN
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de diciembre de 2022 a las 01:13
- Comentario del autor sobre el poema: ~ * ~Sinopsis: ~ * ~Dos jóvenes se conocen y se enamoran cuando brindan por amor en una fiesta de celebración…………………..Mi #28 de novelas cortas en el año 2022… Mi #116 de novelas cortas hasta el año 2022…
- Categoría: Sin clasificar
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