La hierba canta todavía,
bajo las últimas gotas del invierno
Un leve aroma de jazmines,
como rumor de tus manos, acariciando mi cabeza
y los recuerdos cayendo inútilmente, desdeñando las fechas
La húmeda llanura,
recibiendo tus pies furtivos,
en el siempre verde amanecer de esperanzas,
pareciera ser la misma tierra en que nacimos,
cuando tu sombra lozana,
reposa sobre la mía ya anciana
Tus cabellos se confunden entre flores.
Ellas efímeras, anhelan reclinarse en tu pecho,
allí donde se inclina mi frente,
pretendiendo magnificar el cielo
al rozar tus senos deslumbrantes y claros
Aquí está la niebla, la que nos cubre ingenuamente
Como escarcha del amanecer,
anticipando nuestra entrega
abandonándonos al silencio, inconfundible,
de tu piel acariciando el alba
y tus ojos evaporando los crepúsculos
Somos jardín y noche
manos sin nombre, árbol y espiga,
descubriendo la mañana,
derritiendo las nevadas
derrumbando las murallas
con cenicientos pétalos de rosas silvestres
renovando la piel desolada.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de enero de 2023 a las 12:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, Antonio Miguel Reyes
Comentarios1
"cuando tu sombra lozana,
Reposa sobre la mía ya anciana". Amigo que encanto de poema. Feliz z año y mil abracitos.
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