Se trata de un delito menor:
Donde vivo,
No tiene lugar el silencio.
Tieso en el umbral, cuando llega en cada mañana,
un ladrido encadenado lo descubre.
A la hora de la siesta regresa empequeñecido
Y entra de puntillas por debajo de la puerta.
Uno de los niños, sosegado de hartura,
eructa una melodía de lava volcánica.
el otro, superhéroe de sus sueños de comics prorrumpe:
“Villano, cuando te atrapemos
entre bombos y platillos te haremos trizas”.
En la noche, bajo la sosegada luz de la luna,
mi mujer y yo, como encapuchados verdugos,
le arrebatamos la cabeza donde se atreva a husmear.
- Autor: Fexcalini ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2023 a las 00:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
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