El día cierra la puerta mientras espera a su inseparable amiga la noche. El crepúsculo avanza con lentitud, y en su mano contiene una rosa. Cuando aparece el alba, se abre el libro del tiempo, el sol, decide pasar página y en los balcones, las flores de frotan los ojos. Si hablara el día, seguro que anunciaría la noche, pues no sabe dormir salvo en sus brazos. Apacible resulta su mano acariciendo las trenzas de la melancolía. El viento es quien posa su mano derecha en el hombro de la rosa,metiéndose la izquierda en el bolsillo, para prevernirse de una mala acción de un vulgar ladrón de perfume. El aire es el ínico amante que se permite dormir con el fuego en la misma cama, sin tener que firmar las cartas que escribe.El es el dialecto de la naturaleza, pues no necesita sillón para sentarse
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 9 de enero de 2023 a las 05:36
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 42
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