Con los dedos anillados
Y un amor correspondido
Con el sueño entre los ojos
Y el viento de testigo
Siempre cuesta lo anunciado,
Saberse bien sabido,
Y hoy con mucho más que antes
Me despido y te maldigo
Miro fijo la herradura,
esperando algún sonido,
conteniendo tus mil partes
Y rogando lo que es mío
Hoy descargo lo del alma
lo injusto y compasivo
saber que fui engañada
y elegir con quién olvido
Te odio por las noche
y en el cielo no te encuentro
Peldaños más abajo
te aguarda un dulce infierno
Y a pesar de todo,
la nostalgia es enemiga,
tu piel que así me llega
y mi cuerpo se te enrieda.
- Autor: Elena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2023 a las 02:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Mauro Enrique Lopez Z.
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