El resplandor de la luna plateada
nos construyó una barcarola de sueños.
Y nos fuimos a navegar por el universo
con las alas de libertad que el amor brinda.
Fue la noche más sublime de nuestras vidas.
Nos sentíamos eternos.
Yo derramé unas lágrimas
como presintiendo desdicha.
Nuestros cuerpos ávidos de cercanía
construyeron océanos de felicidad.
Pero la marea se desbordó altanera
arrastrándonos por distintos senderos.
Yo morí sin tu aliento,
tú te volviste ciego.
Jamás volvimos a vernos…
Pero seguimos siendo nuestros.
Alicia Rivas
- Autor: Alicia Rivas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2009 a las 22:24
- Categoría: Amor
- Lecturas: 132
Comentarios3
Lindo poema. Muy sensible, dolido. Me gusta especialmente la estrofa final. Saludos Alicia, amiga.
Un poema que nos habla de lo efímera que es la felicidad, siempre amenazada por las desgracias. Pero también dejas espacio para ese amor inmortal, que está muy presente en tu poesía incombustiblemente romántica.
Me ha gustado mucho esa "barcarola de sueños", y como ha dicho Franklin, la última estrofa es la mejor.
Un placer leerte, Alicia. Me gusta tu estilo.
Muy bonito!!...recuerdos nostalgícos de amores,...muy tierno y suena melódico. Con Amor, Luz.
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