EL ESCRITOR.
El era el hombre mas serio que yo había conocido en mi vida, de eso estaba segura.
Aquel ser que se escondía tras una mascara que reflejaba una aparente felicidad no era mas que un ser al igual que yo, pero con pensamientos mas profundos, aquel que carecía de atención, aquel que a sus desvelos les había asignado una labor muy importante, él que sabia todo de todos, de ti, de él, de ella, todo, y sin embargo a el nadie lo conocía, mucho menos sabían lo que él sabia.
Tras el paso de los años adquirió una capacidad asombrosa para poder escuchar y observar, el ve lo invisible, el puede predecir el curso de tu vida con solo escucharte una sola vez.
El con solo mirarte a los ojos podía describir tu persona, descubrir tu sentir e imaginar cualesquier aspecto de tu vida; de hecho, él es quien plasma tu vida sobre papel sin que te des cuenta, viaja a mundos irreales hoja tras hoja y línea tras línea, y así sin que tu puedas saber lo que realmente es lo que esta pasando.
Tinta y papel son su única compañía, sus únicos confidentes.
Para mi, su vida era predecible, al parecer vivía solo, no supe si trabajaba, no supe ni como, ni donde, ni cuando venia siempre ahí sentado, siempre solo, sentado tan apacible y pensativo, figurando ser una estatua mas de aquella plaza que era el centro de mi ciudad.
Solo una vez le dirigí la palabra, quería conocerlo y con mucha osadía de mi parte cuestionarle cual era su ocupación, y lo hice le pregunte, de repente su mirada que siempre estaba fija y perdida en alguna parte del universo, se giro hacia mí y me hablo… nunca olvidé esas cuantas palabras, el dijo: “yo veo lo que los demás no ven, digo lo que muchos no dicen, sin embargo, yo pienso lo que otros piensan, a diferencia de que yo tengo la capacidad de trasformarlo y hacerlo realidad… la imaginación nunca se agota…” después de eso, volvió a fijar su mirada en aquel punto fijo que jamás pude reconocer, instantes después me retire muy lentamente de aquella banca que aparentemente pertenecía a aquel hombre.
Desde aquella vez, jamás lo volví a ver, quiero pensar que ha cambiado de plaza y que continúa con su misma expresión en el rostro, con la misma mirada que reflejaba cansancio y a su vez, que hacia un esfuerzo infrahumano por continuar observando.
No todos somos tan buenos observadores como él solía hacerlo, y se preguntaran ¿Cómo se todo esto acerca de él?
Pues bien, desde el primer día que lo vi me convertí en su espía, paso que el daba, yo lo hacia, siempre a escondidas, siempre detrás de el como el cazador que sigue a su presa, fui su sombra, fui sus ojos, lo que ellos miraban yo miraba, hasta el día en que me decidí a hablarle, ahora creo que la esencia de un ser como él es vivir en completa privacidad, el soledad, ser un total ermitaño en una civilización urbana.
Quizá alguna vez me traslado a sus libros sin que yo lo notase, como supongo lo hizo con muchos a su alrededor.
¿Quién no piensa que acaso convirtió al nevero de la esquina en un hombre con súper poderes?
¿Quién no imagina que trasforme a la madre que golpea en el parque a sus hijos en una bruja malvada?
El siempre miro todo con unos ojos distintos a los míos, a los tuyos, a los de todos y aunque como llego a mi vida se fue, dejo muy inconscientemente en mi un legado, y es el de observar y escribir todo, todo lo que vea, pues todo se debe de comunicar, todo merece darse a relucir, todo merece la misma importancia, siempre y cuando todo lo que escribas tenga tu esencia.
Siempre pensaré lo mismo de aquel hombre, aquel que tuvo el mejor trabajo del mundo, si, aquel hombre misterioso del parque, aquel que me marco y me motivo a ser lo que soy… un escritor.
- Autor: RedRose (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2009 a las 21:36
- Comentario del autor sobre el poema: CON EL, GANÉ EL SEGUNDO LUGAR DEL CONCURSO XVI Concurso Juvenil de Literatura "Profra. María Guadalupe Rico de Ramírez"
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
Comentarios2
Bravísimo!!! Me encantó. Tendría que leer el primer lugar para poder darle una explicación a mi cabeza y a mi alma del por qué no fuiste tú quien ocupó el lugar de honor.
Y eso no sé si me convenza porque la verdad son maravillosas tus letras.
Felicidades. Un abrazo.
hermoso, genial, bello, yo mas que en mi juventud participe en dos concursos, creo que no gane ni una menta... pero aprendi que mi esencia estaba en esos escritos... y que aunque nadie me premiara por ello, el leerlos siempre, me llenaria de orgullo y satisfaccion, de saber lo que pasaba por mi mente y cuerpo en ese momento de mi historia... y siempre revivir lo que soy en un constante recreo de nostalgia... besos...
lo bello para algunos, para otros no lo es...
todo depende de quienes sean las piezas encima del tabrero y quien las juegue, besos
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