Y fue un destello perdido en la nada,
y fue un silencio troceado y trunco,
una semilla que no halló surco
donde enterrar sus penas robadas.
Y fue una cinta azul inaugurativa
del más oscuro momento del mundo;
un mal primero, un bien segundo,
una única dulce campanada cautiva.
Y te olvidaste de mí,
y nunca un sol se sintió tan frío.
Y te olvidaste de mí,
y un do sin eco nos partió el alma
a tí y a mí, a mí como a tí,
nos partió el alma un canto sombrío
de cientos de noches pulidas en fuego
que dejan de amar cuando llega el alba,
un canto lúgubre de hiel y acero
y horas tardías y miradas parcas;
de pies sin prisa por pedir clemencia,
de ausente risa y naciente demencia,
de ojos dormidos y mejillas secas
faltas de llanto en su indiferencia;
y la esperanza guardó el asueto
pues nadie nunca llamó a la puerta,
promesas hubo que se perdieron
en la mudanza a la vida muerta
pero un residuo rehusó marcharse,
y allí ha quedado, cual limosnero
yo me pregunto si aun te quiero
pero lo cierto es que te olvidaste
y al olvidarse se muere un algo,
un algo lindo, un algo bueno.
Yo me pregunto si soy sincero.
O si también decidí olvidarte.
- Autor: Danny Storm (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2023 a las 00:04
- Categoría: Amor
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales, Zasphis🦯, Tommy Duque
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