Mi llama se va apagando
no deja nada
las secuelas se extinguieron
solo queda humo oscuro y desgano
solo quedan millones de calles caminadas
que por momentos tomaron la pena
y decidieron ir curando las heridas
pocas, muy pocas
pero sinceras.
Solo quedan cuerpos castigados
cansancio acumulado
desgano, sueño, nada en que pensar
solo quedan minutos por marchar
y enfrentarse a la oscura realidad
solo queda perderse
en laberintos donde la cruda realidad nos va asechando
como si tan solo el reloj marcara la vida.
Nos queda la lengua para gritar palabras
las manos para aplaudir lo pasado
y entender, solo entender
que todo se consume.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.