Juana estaba, con sus ganas de siempre, de amasar los ñoquis. No le importaba, que la familia se había achicado, y hablaba con el gato. Sus veintinueve de mes eran sagrados, y hacía ñoquis. A veces se pasaba, en la cantidad, y convidaba a una vecina. Que era su única oportunidad de comerlos caseros. Varias veces le había pedido la receta, e intentado hacerlos. Pero le decía a Juana, que algún secretillo tendría que no le salían tan sabrosos. Excusas se reía Juana,_ tú lo que eres es haragana en la cocina. A mi me divierte, y así no pierdo la mano.... _ Un delantal impecable y subía al piso con su plato recién hecho. Sabía que al otro día sería bendecido con un bizcocho de naranja, que Juana nunca llegaría a hornear.
- Autor: rosi12 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2023 a las 10:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: José López Moreno., Ed-win, Mauro Jesús (mallito)
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