¿Nunca has llorado
y has sentido una extraña sensación?
Como si desembocaras
en el desierto
hasta que tus lágrimas,
punzantes como cactus,
te hicieran llaga en los ojos,
hasta que tus pestañas
se hundieran cubiertas de arena.
¿Nunca has posado tus pies desnudos
sobre una alfombra de bombillas rotas?
Hasta soportar el dolor
con cierta indulgencia.
Malviviendo a quemarropa,
desgranando los minutos
por míseros que fueran.
Pues ahí
es donde se cultiva
el aprendizaje más insolente,
la recompensa más suculenta.
En el verdadero fracaso.
Donde nace el árbol de la vida
y el hábito de la experiencia.
Del poemario Tr3inta y Cinco
+El poemario íntegro lo tenéis en el siguiente enlace: https://lektu.com/l/victor-tardio-crespo/tr3inta-y-cinco/21092
+Si queréis ver los montajes de los poemas aquí: https://www.youtube.com/watch?v=fXnRw2CmWUU&list=PLGQ6iGgtL1cvUuFG0Xv8NDJhRnB-FDk_l&index=1
- Autor: Víctor Tardío Crespo ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2023 a las 15:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Le enseño a mis alumnos pequeños que el fracaso es una oportunidad de aprendizaje y lo es cuando reflexionamos y cambiamos la forma de hacer lo que fracasó.
Un placer leerte.
Gracias, Crystal. Igualmente, un placer que me escribas.
Es la única manera de crecer, mirando lo pisado.
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