El Sabio y la Sabiduría

Socrates MacDonna

El Sabio y la Sabiduría
I
El que se engaña a sí mismo
Haciéndose sabio en su propia opinión
crea un inmenso espejismo
Que sumerge su mente en un abismo
De ilimitada expansión
II
El que tiene más alto concepto
que el que de sí mismo debe tener
se hace creer que es grande su saber
Se aleja de Dios y su precepto,
desvía consigo cualquier adepto
y entorpece su capacidad de aprender
III
El que hace alarde de su conocimiento
Ignora que el conocimiento envanece
Y que mientras su petulancia crece
hace superfluo el pensamiento
Ofusca su propio razonamiento
Y su humildad gradualmente desvanece
IV
Entre vosotros el que es sabio y entendido
Es aquel que actúa con mansedumbre
Pues sus acciones son una lumbre
Que da luz al camino de quienes se han perdido.
V
Sabio no es quien dice poseer sabiduría
Sino, el que la busca con constancia;
Y persevera tras ella día a día
Busca su excelencia, su valía
Y reconoce su propia ignorancia.
VI
Sabio es el que escucha con detenimiento
Y aumenta su saber en el acto.
Su oído hace estar muy atento
A la Sabiduría, a Dios y a su mandamiento
Y nunca olvida un pacto.
VII
Ahora bien, si alguien de sabiduría carece
Que la pida al Sabio de los Sabios
Aquel que a cualquier espíritu estremece,
El que hizo que lo que no era, fuese,
Pues sabiduría infinita hay en sus labios
VIII
Sabiduría, no en términos humanos
De filosóficos estudios del origen de la vida
O estudios teológicos ridículos y vanos
De aquellos que anda con libros en sus manos
Que creen que la especulación es la salida.
IX
Aquellos que dicen conocer los misterios,
Y presumen licenciaturas y doctorados
Contradicen en sus propios criterios,
Y fundan absurdo y huecos ministerios.
X
Eso sucede porque la mente natural
No puede discernir lo que es espiritual
Y siendo que el alma es inmaterial
No la puede entender una mente carnal.
XI
Dios deshace la Sabiduría de los se creen sabios
Y entendimiento de los que se creen entendidos
Y a causa de la multitud de sus agravios
Dios no les revela los secretos escondidos.
XII
Dios da a los rectos; a los de corazón puro
Sabiduría, ingenio e inteligencia;
Les da seguridad para que anden seguros
Y más que conocimiento, les da sapiencia.
XIII
Él es quien da a todos. Él es el padre de las luces,
Tú solamente tienes que escuchar su voz.
No te creas sabios por las cosas que deduces,
pues el único Eterno y Sabio es Dios

Nota

Después haberse enterado que un oráculo lo calificó como el hombre más sabio y convencido de que no sabía nada, sino que solo creía cosas, Sócrates decide buscar a alguno más sabio o por lo menos sabio, pero no lo haya, luego afirma: 


“Me parece, atenienses, que solo Dios es el verdadero sabio, y que esto ha querido decir por su oráculo, haciendo entender que toda la sabiduría humana no es gran cosa, o por mejor decir, que no es nada; y si el oráculo ha nombrado a Sócrates, sin duda se ha valido de mí nombre como un ejemplo, y como si dijese a todos los hombres: «el más sabio entre vosotros es aquel que reconoce, como Sócrates, que su sabiduría no es nada.»  Apología de Sócrates (Platón, p. 24)

  • Autor: Socrates MacDonna (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de enero de 2023 a las 13:38
  • Comentario del autor sobre el poema: La mayoría de nosotros confundimos a Episteme y Sofía, conocimiento y sabiduría respectivamente, porque son dos conceptos bastante parecidos, sin embargo son muy diferentes.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 38
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