Y confinando a sus semejantes,
los clásicos son interesantes,
lamiendo los Más Allá de instantes,
la luna y el sol pueda regresar antes.
Las roncas manos jadeantes,
fosforece la luna sobre las aguas errantes,
que canté sonriendo, eterna, antes,
desde sus casas y jardines de infantes.
Alucina con nubes penetrantes,
la que seca los arroyos parlantes,
es un tesoro absurdo una ola de diamantes,
unos trenes distantes.
Los ojos se hacen rostro y las miradas semejantes,
y en una noche llena de brillantes,
esto es lo que se llama proverbios sobrantes,
el poder hace inmorales a los que ya lo eran antes.
- Autor: Máx (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de febrero de 2023 a las 00:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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