El arte es inútil
y toda mala poesía
es sincera.
—Oscar Wilde.
No se me ocurre nada.
Leo la cita, como siempre, y después
a la cabeza no se me viene nada.
¿Está durmiendo aún la musa?
Erato, preciosa, despierta, necesito
de tu cadencia, de tu fluidez, de la belleza
que solo tú eres capaz de imprimir a la palabra.
No se me ocurre nada.
Vuelvo a leer la cita y aún sigue dormida.
Es inútil cualquier intento.
Pienso en el arte y se me hiela el seso.
Si el arte es morirse de frío yo, ahora,
sucumbo ante el desierto que me invade;
cualquier palabra que cual referente
ponga en mi mente salta como un resorte,
desaparece de la frente y vuelve al diccionario.
Voy a intentarlo con la palabra poesía.
El genial Oscar Wilde —no como yo—
a buen seguro no padecería esta laguna.
Habla de la sinceridad de la mala poesía
¿Eso significa que a una buena poesía
no le nace ser sincera?
¿Que toda la Lírica de todos los tiempos
es un concierto engañoso de fatuidades
sin sentido, sin verdad en la esencia?
No comparto tus palabras, maestro.
Ni el arte es inútil ni solo la sinceridad
se da cita en la mala poesía.
El arte —si se puede llamar arte al sinsentido
que suele abarrotar mi escritura— me abre
la puerta del olvido, me suspende
en el aire aunque sea la levedad de un segundo
para no pensar, flotando sobre el éter,
viajando a lomos de una nube —como Heidi
en los Alpes— a ninguna parte y regresar,
sano y salvo, a la tierra de lo de siempre.
Ahora —ya me diréis si es arte o no— voy
discurriendo sobre la hoja en blanco
como si el caballo de Santiago me soplara
a la espalda y no pudiera contener el empuje.
Los dedos obedecen a un mandato
del que no tengo noticia, del que no sé
ni quién es su padre ni su madre, su nacimiento,
si su fuente es de agua potable o es una de esas
que presenta en su frontispicio la leyenda:
Agua no potable. No beber...
No lo sé, no contesto. Me limito a seguir el viento
que me impulsa y que maneja mi velero
a algún puerto desconocido, a alguna ensenada
de arena blanca, con bañistas de domingo,
con chiringuito cervecero y sombrillas.
Los dedos dibujan letras, y con ellas palabras,
frases, parágrafos, textos, hasta un punto final,
una desembocadura, un estuario, un mar...
No es inútil, no —al menos para mí no—, mas
es posible que mi poesía sea mala por ser sincera
—no lo sabré nunca porque nunca seré analizado
por un crítico de prestigio.
Qué piensas tú lector de toda esta locura.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2023 a las 08:38
- Comentario del autor sobre el poema: Sobre el arte y su mántica insondable.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Nina de Marco, Ben-., Alexandra L
Comentarios3
Después de leer lo de "crítico de prestigio" no sé si debo opinar jajaj...
Pero no me aguanto y puedo decir que opino que nadie puede decir qué poesía es "buena" o "mala". Si la "sinceridad" es un atributo que la coloca en alguna de esas categorías.
Me quedo con este fragmento con el cual me identifico: "El arte —si se puede llamar arte al sinsentido
que suele abarrotar mi escritura— me abre
la puerta del olvido, de suspenderme
en el aire aunque sea la levedad de un segundo
para no pensar, flotando sobre el éter,"...
Y también me pregunto ¿Qué significa ser un crítico de prestigio?
¿Saber de métricas y rimas y formatos donde todo encuadre? El arte (poético en este caso) es arte y tiene tantas facetas como artistas (poetas) hay sobre la faz de la tierra.
Saludos cordiales
Estoy contigo amigo. Gracias por venir a mi casa.Un abrazo Nina,
Si la poesía es "buena" o "mala", es hasta cierto punto subjetivo y también relativo.
Depende de lo que el lector espera encontrar y de lo que al final obtiene, según su interpretación.
Un abrazo Alberto.
Otro para ti Lorenzo.
Ignoro por completo que hace buena o mala una poesía, creo que mas que en la óptica del critico de prestigio que puede decir mucho de técnica y otras cosas, el secreto esta en como llegar al fondo del sentir, al corazón, al alma, a que el lector se identifique con lo que lee, quizás cuanto mas sencillo, cuanto mas humano el decir mas alcanza, creo que el arte esta en los ojos del que admira y se sorprende, en sentir que puede ser parte de esto, en conquistar, enamorar, ese algo que le invita a regresar por mas. Siempre un placer leerte.
Un abrazo, Alex.
Sí Alex. Estoy de acuerdo en que el arte debe ser algo que reside más allá de la técnica —el duende ese que tan bien describió Federico en una de sus conferencias. Quizá la calidad de lo que escribimos está en una suma de técnica y alma, y también la personalidad es importante. Otro abrazo para ti Alex.
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