Heredé absurdos
que la Nada esnifa
como carne del corazón,
próximo a la bestia malograda
supe oscurecer
la llave eterna de mi sombra,
injertar noches,
abandonar semillas
de sospechoso albedrío,
y con el incienso sobrante
del silencio
derretir mariposas,
amañar cuerpos,
vocación inconfesable
del alma,
habitar horas
que simulan tiempo,
entre desnudeces postizas,
mareas vivas del olvido,
latidos índigos
de tatuajes ahogados
en su perpetuo esqueleto.
- Autor: ubik ( Offline)
- Publicado: 3 de febrero de 2023 a las 14:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
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