ENCANTADA

Josefina Barreto

Sí, será mañana;

Cuando ya nada duela,

porque ya todos callan

y se duerma entre espumas

ese lejano mar de lágrimas

que circunda el castillo

que construyera un hada.

Sé que será mañana

que dormirá mi luna

colgada en la ventana.

Y cuando abra los ojos,

sonrisa desmayada

descansará en mi rostro.

 

Del lago, la doncella

el hechizo resguarda;

ausentes los dragones

su balcón ya no guardan.

 

Me ha vencido el letargo,

he bajado la guardia.

Por eso, será mañana.

Hoy no, por favor,

hoy no me despiertes.

Mi ser sigue soñando,

se acabó la batalla,

las huestes han huido

a una tierra extraña.

Se oxidó mi armadura,

He dejado la espada

que clavaste en mi pecho,

en la piedra encantada.

Los cuervos en la torre

ya no extienden sus alas.

Por eso, hoy, no por favor,

no me despiertes, calla.

Deja que duerma y sueñe

junto a aquella muralla

que construyó el recuerdo

para guardar mi alma.

 

Mañana entonces, ven,

¡Te esperaré mañana!

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