Me has visto insistentemente a los ojos,
deduciendo que el mundo los percibe
tal como tú afirmas por exhibición,
y proclamas que te han camelado
exigiendo te los entregue en visión
prolongada para renunciar a los otros.
¿Y que diré yo de tus labios de carmín?
Tu dicción en mi alma se transcribe
y en tus labios guardas la pasión
con la que ya me tienes encendido;
mis ansias se agitaron como potros
con avidez de saciarse en ti.
Y también por tus ojos ofrezco
todo mi amor, aunque me sublevo
y resisto un poco, te consagro mi alma,
implorándote y suplicándote, maravilloso ser,
que mis sufrimientos decrezcas,
dándome amor y no dolores.
- Autor: GDA ( Offline)
- Publicado: 8 de febrero de 2023 a las 00:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, WandaAngel, Llaneza, El Hombre de la Rosa
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