Era una rosa
temblando, por la helada,
en un jardín.
Tenía frío.
Sus hojas goteaban
algunas lágrimas.
Era una mano,
con dedos temblorosos,
de un jovenzuelo.
Estaba alegre.
Si acaso enamorado
de una utopía.
Y era el momento,
pensó, de enamorar
con una rosa.
Y así, su mano,
tendió, titubeante,
hacia el rosal.
Era una arruga
surgida en la conciencia
así, de pronto.
¿Por qué quitar
la rosa de la vida
de aquel jardín?
¿Por qué matar
los sueños de los ojos
de quién la viera?
...Vino la duda.
La rosa, temblorosa,
le mandó un beso.
Y allí quedó,
la rosa en su rosal
y en el jardín.
Mientras el joven
marchaba con un beso
para otros labios
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/23
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 12 de febrero de 2023 a las 06:11
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Dante Cruz Velez, Texi, MISHA lg, Nina de Marco
Comentarios2
Me reconozco cómo asesina de rosas!
Pero si es bonito resistirse y dejar que viva y dar tiempo a que otras miradas la gozen.
Un abrazo
Gracias Texi.
Un abrazo.
haaaa , tan dulce y romántico,
divinas letras poeta , gracias por compartir
¿Por qué quitar
la rosa de la vida
de aquel jardín?
¿Por qué matar
los sueños de los ojos
de quién la viera?
...Vino la duda.
La rosa, temblorosa,
le mandó un beso.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha.
Besos.
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