Ahora no solamente lloraba por ella, pues su amor fue lanzado al abismo profundo, con
,una crueldad tan Grande,, difícil de imaginar, sino que también lloraba para que Dios no
le tuviera en cuenta su maldad. Su dolor por su amor incomprendido, pasó a hacer la
burla grotesca de la que fue victima, por el solo hecho de soñar con un amor tan puro
y real que se pareciera, al día con sol, o a la noche repleta de estrellas. Fuera de todo
tenia que ocultar su dolor ante el mundo.
Me siento suspendida en el aíre, no aterrizo en la tierra, para no ver mi realidad, tampoco
llego al cielo, pues no lo encuentro. A veces o casi siempre, no sé qué hacer con esto que siento,
y que nunca me perteneció, pues no tengo derecho hacer feliz con nadie. No vine a este mundo a amar
a una pareja, vine solo a ser madre y le doy gracias a Dios por ellos. Son los hijos mas bellos que hay
Gracias, hijitos lindos, por aguantar mis locuras imaginarias.
- Autor: Rebeca Espinosa ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2023 a las 17:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Classman, alicia perez hernandez, Dante Cruz Velez, Ed-win
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