CARTA # 12

Rebeca Espinosa

Ahora no solamente lloraba por ella, pues su amor fue lanzado al abismo profundo, con

,una crueldad tan Grande,, difícil de imaginar, sino que también lloraba para que Dios no

le tuviera en cuenta su maldad. Su dolor por su amor incomprendido, pasó a hacer la

burla grotesca de la que fue victima, por el solo hecho de soñar con un amor tan puro

y real que se pareciera, al día con sol, o a la noche repleta de estrellas. Fuera de todo

tenia que ocultar su dolor ante el mundo.

Me siento suspendida en el aíre, no aterrizo en la tierra, para no ver mi realidad, tampoco

llego al cielo, pues no lo encuentro. A veces o casi siempre, no sé qué hacer con esto que siento,

y que nunca me perteneció, pues no tengo derecho hacer feliz con nadie. No vine a este mundo a amar

a una pareja, vine solo a ser madre y le doy gracias a Dios por ellos. Son los hijos mas bellos que hay

Gracias, hijitos lindos, por aguantar mis locuras imaginarias.

 

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