Y aquí estoy en una noche que renace
crónicamente sola y devastada
con la peregrinación lunar como testigo,
o presagio de la inhóspita geográfica bucólica
de la humanidad salitrosa, anclada a sus angustias
y a los juegos adheridos a la carne.
Pobres que visten el pensamiento de harapos
y son sus emociones sin sentido, los eslabones
de la cadena que arrastran por los días,
hasta car el sol y tumbarse fúnebres a relamerse
en sueños lo que sus manos torpes no alcanzan a asir.
Y mientras yo, en esta multitudinaria espera
en que ni la cortesana palabra estampa
en mi ser una miserable alegría, rutinariamente
espero, los milagros que hace la felicidad,
como el desvanecer el mundo y sus trastornos
hasta pintar paraísos que con una brisa se decolorará.
Son los momentos eternos y repetitivos los segundos.
Me desparramo en lluvia ácida, que no llega al monzón
solo los nubarrones de mis ojos corrompen las primaveras
y estoy aquí, como una esfinge, en monumento a la estupidez
atormentada por su propia suerte y el devenir del hombre.
- Autor: Isel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2023 a las 23:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Dante Cruz Velez, alicia perez hernandez, Classman
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