Ángel del viento (seguidillas)

Miguel Ángel Miguélez



 

 

 

 

 

Por la paz de los campos

va mi silencio

horadando despacio

todo recuerdo

 

como sombra perdida

en la espesura

de un ayer que trasmina

y una renuncia.

 

Al pasar por el soto,

a contraluz,

la silueta de un chopo

se alza en el sur

 

mientras yo, rumbo al norte;

frío, lejano;

sin ningún horizonte,

solo, vagando;

 

masticando cristales

abro caminos

con mis huellas de sangre

lejos del ruido.

 

Mas la voz de las piedras

renace en mí

el rumor de un poeta

muerto por ti;

 

esa tú que me inspira

siempre a seguir

adelante a una vida

fuera de sí,

 

porque el eco te nombra

ángel del viento

y tus alas se posan

en cada anhelo.

 

*

 

 

 

Una luz se sostiene

hoy a levante,

sus dos labios encienden

tibios celajes.

 

Es el beso adorado,

rubias estelas

de latir incendiario

en nuevas sedas

 

que la noche desviste

suave y difusa,

nacarando un eclipse

de rima en luna

 

hasta que me amanece,

tierna y rosada,

refrescante esa fuente

bajo la acacia

 

cuya espina se oculta

tras glaucas hojas

en abrazos de bruma

premonitoria.

 

 

*

 

 

Desde el fresco venero

de la montaña

fluye leve cual sueño

tu cuerpo de agua.

 

Eres escorrentía

por la ladera

y también poesía

que se me acerca.

 

A la vera del río

van los gorriones,

van volando hacia el nido,

llevan amores

 

mientras tú te desnudas

y les sonríes;

con un gesto que acuna

sus cantos sigues.

 

El poder y la magia

en una flor

que nació con el alba

antes del sol

 

y es veneno en las venas

cuando presienten

tus caricias de yerba,

tu beso aleve.

 

Mendicante prosigo;

yugo tu piel

y tu boca el abismo

donde beber

 

la soñada ambrosía

de los amantes

entre perlas servida;

vid y rosales

 

con que enciendes la llama

de lo imposible,

el desgarro que ablanda

mis cicatrices.

 

*

 

Resonantes delirios

en torno al muro;

un jilguero y su trino,

canto profundo.

 

La paloma lo arrulla

haciendo suyo

el amor en disputa

con tibio embrujo

 

pues su piel leda toca

como guitarra

a la hoguera las notas

bajo las ascuas.

 

Y aquel llanto de lágrimas

sobre cenizas

se transforma en llamada

que me ilumina

 

del ayer más temido

que arde en la carne

por saberse perdido

su voz, su talle,

 

su figura y espíritu

a media tarde,

cuando el sol es un grito

y ara salvaje.

 

 

 

 

 

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Comentarios +

Comentarios11

  • Tommy Duque

    Preciosos hermano, una obra maestra en su belleza.
    Gracias por compartir tu arte.

    • Miguel Ángel Miguélez

      Gracias a ti por tus palabras, Tommy 🙂

      Un gran abrazo, poeta.

    • Classman

      Gran trabajo Miguel plasmado en unas hermosas seguidillas que a pesar de su complejidad has sabido bordar con hilo fino. Saludos

    • Ramón Bonachí

      Preciosas seguidillas, siempre es un placer asegurado leer tus versos, un fuerte abrazo desde Tarragona

      • Miguel Ángel Miguélez

        Y siempre es un placer para mí que disfrutes de la lectura, eso es lo que mejor sabor de boca deja, ¿verdad? 😃

        Un fuerte abrazo, poeta.

      • Alexandra L

        Sencillamente bello, tocan el corazón tus letras, verdadero placer de lectura Miguel A.

        Saludos, Alex.

        • Miguel Ángel Miguélez

          El placer es mío también Alex, gracias por tus palabras. 🙂

          Un gran abrazo.

        • Antonio Miguel Reyes

          Un placer disfrutar esas seguidillas
          con una estupenda musicalidad.
          Un abrazo

          • Miguel Ángel Miguélez

            Mañana cantaré por soleares... 😉

            Un abrazo, poeta!!!

          • Poemas de Pepita Fernández

            Hermosas seguidillas donde ese amor cubrió todo de desolación .
            Me gusta el lenguaje poético que usas con tanta pulcritud.
            Un abrazo, compañero de letras.

            • Miguel Ángel Miguélez

              Es el uso del lenguaje a veces una pequeña obsesión... qué palabra irá mejor aquí, qué sensación provocará, cómo sonará... Todo es ir experimentado hasta dar con aqueĺlo que es, a nuestro parecer,, lo adecuado... 🙂

              Me gustan tus comentarios, Pepita, de siempre y los agradezco como pocos porque eres pura generosidad y sinceridad, amiga.

              Un enorme abrazo, poeta.

            • Ben-.

              ¿Qué decirte? Bueno sí. Siempre sorprendente....Un abrazo...

            • JacNogales

              Qué maravillosas Seguidillas. ¡Muchas Felicidades Miguel Ángel!

            • LORENZO ARATU

              Muy buenas tus seguidillas Miguel.
              Alguna he hecho por ahí...
              Parecen sencillas, pero no lo son, y le has dado un toque adicional de complejidad al hacer rimar también los versos impares...
              Un abrazo.

              • Miguel Ángel Miguélez

                Gracias por tus palabras Lorenzo!! Creo que haciendo doble rima la musicalidad también se refuerza. De todas formas es una estrofa tan melodiosa que te invita casi a cantarla más que a recitarla... 🙂

                Un abrazo, poeta.

              • alicia perez hernandez

                Mas la voz de las piedras

                renace en mí

                el rumor de un poeta

                muerto por ti;



                esa tú que me inspira

                siempre a seguir

                adelante a una vida

                fuera de sí,
                .........................
                Simplemente inmenso de bello y bellamente precioso en tu arte de decir y sentir la poesía.
                Abrazos y saludos Migueles

              • Hugo Emilio Ocanto

                Una gran creación literario, digna del más sentido aplauso, Miguel Ángel.

                ¡Maravillosas seguidillas, hermano poeta!
                Felicitaciones.

                Un abrazo.



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