El olvido
Se vive en un mar de conocimientos, de sabidurías y de olvidos
De recuerdos, de anécdotas y de sueños añorados perdidos
Cargados en un arcón, llenos de pensamientos y del cerebro salidos
La vida es una sucesión de información, que acelera los sentidos
Que deja huellas que el tiempo va desvaneciendo y se alejan desaparecidos
Recordar es vivir desde el interior de la memoria con el pabilo encendido
Y olvidar es morir lentamente sin lágrimas de eventos, que aceleraron el final de sus recorridos
La naturaleza vive, el ser cambia de metas y anhelos que se cree tener sostenidos
Los recuerdos unos siguen, otros se alimentan a diario y otros terminan lánguidamente en el olvido
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Olvidar no es perder para siempre un bonito recuerdo querido y hermoso
Es sólo la cesación de información en la memoria misteriosa, donde el olvido reposa
El recuerdo es sabiduría, es la vida de los aciertos y errores gloriosos, penosos y valerosos
Hablar del olvido, es hablar de la memoria y de aquel nubarrón miedoso y tenebroso
Olvidar es como morir sin ser sepultado en un invierno de nieve sin tierra arenosa
Es el aire fresco y necesario para el descanso de la memoria y de su atardecer que declina esplendoroso
Olvidar, es para el ser algo necesario y para la mente más que beneficioso
Dejar de acumular cosas innecesarias, unas que hieren con rencores pavorosos
Otras que conviene desterrar, alejar, olvidar y sepultar, como el rayo del relámpago estruendoso
Olvidar es una función intrínseca e inseparable de la memoria, como todo ser amable y caballeroso
Para vivir se necesita olvidar y ver con los ojos del alma, el ser que se esconde en su corazón maravilloso
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¿Por qué el olvido lleva al ser a ser señalado en la soledad de su aislamiento?
Y produce curiosidad, intriga, miedo y espanto con lágrimas de sufrimiento
Es raro y produce estupor y a la vez es fascinante al perder el hilo y el fin del argumento
El olvido da tristeza y es frustrante para enderezar el entendimiento
Es una sombra endemoniada que arrecia el camino destapado y polvoriento
El olvido existe, vive, a veces se ve, a veces se oculta llorando en sus lamentos
Vive y muere a la vez, es cruel y se arropa en la cobija de sus tormentos
Es la huella del ser que se va perdiendo como las pisadas en el desierto, que una vez tuvieron sus lluvias y sus acalorados vientos
Y que el aire melodioso, lentamente las va cubriendo y borrando con la sequedad de la memoria, sin sed para el sediento
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El olvido grita, y a veces pierde el furor de sus agitadas exclamaciones
Nadie lo recuerda, ni lo quiere llevar en sus conversaciones
Sólo la familia y los amigos hacen del recuerdo alegrar los ardientes corazones
No dejemos que el olvido llene el vacío y aleje la razón de las sensaciones
Ni el abandono nos llene de melancolía, ni nos aísle en la soledad de las habitaciones
El olvido tiene su curva y su tiempo y la explicación de sus reflexiones
El tiempo corre, la vida sigue y el cuerpo envejece en todas sus funciones
La memoria es un bien muy preciado que lleva alegrías y satisfacciones
Y del olvido nadie se acuerda, porque arrastra llantos, gritos y desesperaciones
Los recuerdos se olvidan, las leyendas se esfuman como si fuera pecado sus confesiones
Ejercitar la memoria y vivir a diario sus plácidas manifestaciones
No dejar que el olvido se lleve la ilusión de vivir a otras dimensiones
Viva la vida placenteramente y entierre el olvido y sus espeluznantes maldiciones.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 21-2023
- Autor: Joreman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2023 a las 19:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 50
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