REBELDE.

REBELDE.

Vuelve la luna a ser parte de la noche... vuelve a pesar de que inspire a los poetas.
Aun cuando la señalen como una luz salvadora, vuelve la luna a ser parte de la noche.

He sido rebelde, sí... lo he sido. He ido por senderos, no tanto por caminos; he ido por arroyos y no siempre por los ríos. Pero he sido... y he sido siempre de un solo trayecto.
Los que vivimos en la cornisa sabemos que esa es la única forma de vivir la vida.
Erré en amores y también en amistades, en llevar a lo profundo a quienes no sabían nadar, a quienes ni sabían flotar por las aguas de la lealtad y la integridad. 
Me equivoqué... les fallé a tantos como tantos me fallaron a mí. Pero he sido... y he sido siempre de un solo trayecto.
Algún día los que tú creíste aliados, se van a mostrar ante tus ojos como tus enemigos.
A mí no se me permitió encontrar a quién amar, al sol de mis días o la mañana de mis soles. No logré nunca los sueños que me propuse y sin embargo logré algunos que no pensé importantes. 
Caminé... decidí por mi destino muchas veces, no encontrando los ojos que realmente quería al frente. Me perdí y regresé siempre al punto de partida: fui siempre un comienzo, una extraña libertad. Mi vida toda fue avanzar.
Antes de dar un paso al costado, intenta dar uno paso al frente, porque uno al costado, es lo mismo que retroceder.

A mí se me negó el amor de una mujer, el de un hijo, el de mi propio recorrido. Se me desvalorizó y así llegué hasta hoy: con lo mismo y con lo puesto.
Pero he sido... y he sido siempre de un solo trayecto.