Las olas, el desvarío y la noche,
gaitas melancólicas
de aquellos tiempos,
resuenan en el ancho del río de tus ojos donde se encuentra mi amor ahogado,
Solo tus hilos mueven mí cadáver pálido cómo una marioneta de tu capricho
que va y viene así como tú lo deseas
y de pronto canta y abre sus ojos
apagados que sepulcran el arcoíris.
Me encuentro atrapado en esos luceros funebres entre el tormento de los arcos y las flechas
que marcan un caminó hacia tus besos de infinito dolor.
- Autor: Hector Loaiza ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2023 a las 23:52
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Annabeth Aparicio
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