En aquel puente
dejamos las promesas
en dos candados.
Fueron testigos
del acto, tan sencillo,
de nuestro amor.
Y se quedaron
en una barandilla
de cara al viento.
Mientras, nosotros,
volvimos a la vida
y al día a día.
Pasaron años,
y en ellos mil sucesos
que nos cambiaron.
Pero un buen día
al puente regresamos
sin proponerlo.
Allí encontramos
las huellas de un pasado
con cicatrices.
No entraban llaves,
que hubieran liberado
tanta agonía.
Y se miraron
tus ojos y los míos
muy resignados.
Porque el amor
fundido y, sin palabras,
allí dormía.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/23
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2023 a las 05:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Texi, Mauro Enrique Lopez Z., MISHA lg, Ed-win, 🔥Ls. Angel, Violeta
Comentarios3
Quizás ese sea el único amor verdadero, el que a pesar de todas las cicatrices, que nos va dejando la vida, sigue resistiendo permitiendo mirarse a los ojos.
Felicidades muy bien expresado
Gracias Texi
Hermosa historia de amor llena de ternura y dulzura...
gracias poeta por compartir, me haces suspirar con tus letras .
Y se miraron
tus ojos y los míos
muy resignados.
Porque el amor
fundido y, sin palabras,
allí dormía.
besos besos
MISHA
lg
Gracias Misha
Besos
Es que como suelo decir , me quedo viviendo entre tus verso, Rafael, saludos
Gracias Violeta.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.