Miraba la enredadera,
aquella que más amaba
cantando lo que anhelaba,
a mi serrana ladera.
Floreciente en primavera,
llegaste como un romano
sin armadura y pagano,
te quise como mi amante
perfumado y delirante,
una noche de verano.
Te pido lo que más quiero,
dulce amor mi preferido
dame tu noche y tu herido
corazón en el que muero.
El amor al que venero,
donde fundo mi locura
con tu beso en mi cintura,
aquel que tú me pediste
cuando todo me lo diste,
me abandono a la aventura.
¿Quién me trae tu existencia
quién sabe de ti mi suerte?
Que estoy viviendo sin verte,
complacida de tu esencia.
Voy muriendo en tu presencia
renaciendo con ardores,
con pasión y sin pudores
se lucen nuestras estrellas
en tu cielo las más bellas
con placeres y dulzores.
- Autor: catia-love (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2023 a las 10:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: José Luis Galarza, Lualpri, Classman, Aliscrist ✨, Ed-win, Violeta
Comentarios4
Hermosa noche de verano, Mirta!
Gracias.
Muchas Gracias Lua por tu lindo comentario.-Abrazos.
Hay noches, momentos... que se quedan para siempre.
Muy buenas tus décimas.
Un abrazo.
Muchas Gracias poeta Lorenzo, así es, tienes toda la razón, esos momentos se quedaron en mi memoria para siempre. Abrazos hasta los cielos de tu amada patria.-
Me encantan los delicados matices de contrastes en tus décimas. Geniales, las disfruté mucho. Un abrazo.
Y a mi me encanta que te gusten mis humildes décimas.
Abrazos poeta.-
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