Dé que vale ser un pez
de pecera,
con la narina pegada al vidrio
de tu prisión pasajera.
De qué valen las agallas,
las espinas
y las venas,
si el océano
allá afuera,
es una epífora abundante
de tus miedos y penas.
Dé que vale ser un pez
de pecera,
con la narina pegada al vidrio
de tu prisión pasajera.
De qué valen las agallas,
las espinas
y las venas,
si el océano
allá afuera,
es una epífora abundante
de tus miedos y penas.
Comentarios2
Gracias por tus letras, poeta!
Juan Luis Guerra dijo...
https://youtu.be/PWGwF_B0bxk
Muchas gracias, Juan Luis.
👍
uffffff qué letras!!!!... Maravillosas.
Muchas gracias, Kin.
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