Ellas

Amo a las mujeres de cabellos rubios como el sol y negros como una noche de verano, de nalgas abundantes y senos suavizados como algodón, disfruto de su aroma de flores y apetezco a las que siempre están prestas al placer de la seducción.

Sueño con ellas, pienso incansablemente con apresarlas a mi lado y hacerles el amor hasta la inconsciencia. Realmente no puedo explicar todo lo que siento en su presencia, sus besos como brasas que queman mis labios, el sudor de su piel que me obliga a recordarlas a cada instante.

Las mujeres son todo para mí, soy solo aquel que viene en búsqueda de mejorar su linaje, que es frágil a la buena compañía de una dama. Ellas tienen múltiples e inesperados recursos para enamorar, hasta la eternidad las voy a necesitar como las rosas siempre necesitarán del agua.