Te fuiste y llegaste
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Llegaste cabizbaja, ida, meditabunda y toda desorientada
Así como te fuiste un día y de su huida lamentablemente recordada
No escuchaste mis ruegos, ni quisiste ser de mi corazón escuchada
Llegaste flaca, huesuda y ojerosa y melancólica en su mirada
En otros lares te despreciaron y ya por nadie era buscada, ni deseada
Te marchaste en silencio en una noche oscura y con el cantar del gallo en la madrugada
Me dejaste el cuerpo herido y el alma a borbotones sangrada
Si eras mi princesa y de mi reino, la mujer querida y por siempre amada
Llegaste andando coja y lentamente, en una muleta sin fuerzas apoyada
Sin maletas, sin riquezas, sin escudo y sin tu afilada y cortante espada
Arribaste jorobada y con la cabeza gacha y tristemente hacía un lado, inclinada
Los perros del vecindario te han perseguido, anunciando con sus ladridos, tu espeluznante llegada
Pero en mi corazón palpitante, nunca te has ido y jamás ha sido olvidada
-2-
Porqué te has ido, si te quería como toda una bella esmeralda de mujer valiosa
Como el jardín florecido, lleno de pétalos de orquídeas y de hermosas rosas
Tus risas eran mis alegrías y las felicidades preciosas
Eras mi bella y ardiente dulcinea, de vanidades y orgullos caprichosa
Porqué te fuiste de mi lado, si eras mi amante y mi tormento de aires de la naturaleza maravillosa
Si revoleteabas como mariposa de mil colores, bella y vigorosa
Si eras mi esposa, mi adorado querer desbocado y mi ardiente y sofocada moza
En las noches placenteras, eras mi luna llena de pasiones ardientes, excitantes y calurosas
Si eras la playa de mi agitado mar y mi gigantesca ola ondulante de espumas presurosas
Mi riachuelo transparente y cristalino, de sus calurosas aguas amorosas
-3-
Llegaste una tarde, sin saber durante muchos años de tu inesperada y olvidada vida
Ni en tu cuerpo, ni en la sombra de tu rostro, por nadie al verla era conocida
En un andén debajo de un frondoso árbol, se ha quedado profundamente inerme y dormida
Los años pasan, la vida sigue y los recuerdos con el tiempo uno que otro olvida
La alcé en mis brazos y sentí su cuerpo, su aroma, su perfume y la llama del pabilo aún seguía encendida
Sonó la música y una bella melodía la despertaron desubicada, quedando atónita y sorprendida
Recordó el ayer y besándome confesó su pecado y el arrepentimiento del dia en que, despavorida no supo de su huida
Y en la habitación de aquel bohío, aún se sentía el calor y la emoción, que en años estaba olvidada y escondida
Tembló todo el caserío y se estremecía la cama de la habitación, inundando de amor, de pasión y de sexo, dándole la bienvenida.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, marzo 10-2023
- Autor: Joreman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2023 a las 21:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
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