Tú la conoces, tú sabes cómo se llama,
La única mujer; que mi corazón ama.
Ve y cuéntale,
Que, en silencios de noche pienso en ella;
Y que, en mi cielo, es mi única estrella.
Ve y cuéntale,
Que cada mañana,
Cuando el sol
Se asoma a mi ventana;
Me falta su amor,
Añoro su calor.
Ve y cuéntale,
Que, en vigilias contemplando la luna,
Veo en ella, el reflejo de su alma pura.
Ve y cuéntale,
Que cuando mi piel,
Siente la brisa;
Añoro en mi ser
Sus frescas caricias.
Ve y cuéntale,
Que culpable soy de sacrilegio,
Y acusado estoy por herejía.
Por ella, desafié al mismo cielo,
Por ella, ya no venero a María.
- Autor: NARIUT ORIAJ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2023 a las 16:22
- Comentario del autor sobre el poema: A veces, en los asuntos del amor hay que involucrar a una tercera persona, además, de uno y el ser amado. En muchas relaciones amorosas es útil ese amigo o amiga, que de vez en cuando nos echa una mano para asegurar la conquista de él o de ella. En este escrito, no se expresa directamente el sentimiento a quien se ama. Este escrito es una encomienda que se le envía al ser amado por medio de un amigo, un conocido, alguien de confianza del ser amado. Pero ese tercero, no es precisamente una persona. Ese tercero, ese confidente en este caso es el corazón. Se podría decir, que es un mensaje de corazón a corazón. Porque ¿Quién, después de nuestro corazón, podría expresarle a ese ser amado con certeza ese caudal de sentimientos que el mismo corazón contiene y conoce? Creo, que nadie más.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales
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