El maná: alimento, esperanza.
Toda salvación nace en el cielo.
La salvación es un final no necesariamente feliz
pero sí biológico, no forzado, no suicidio.
¿Merece la pena?
Una tempestad azota mi entraña,
tira hacia afuera con una fuerza
que dudo resista durante más tiempo.
No pretendo ceder a su insistencia
pero las dudas que llevo dentro
afloran poco a poco, seduciéndome.
Aquí yago, atado al mástil con la maroma
de la persistencia, soportando el aguacero,
la tilde que sobre las olas se expresa levanta
una montaña de líquido elemento amenazando
zozobra, y el canto de las sirenas en retaguardia.
El barquichuelo que me alberga papel
es su materia; las olas, gigantes cuyas fauces
se abren para engullirme, mi poder, minúsculo.
La cera que me juntara sobre los oídos
para resistir el canto de las sirenas se derrite.
La atracción que ejercen ellas crece como la espuma,
y la cera —lamentable panal— es vilano al viento.
Parece que el cielo va olvidando este gris,
la calma parece cercar mi pensamiento, sonrío.
Las nubes preñadas de líquido elemento se van,
las montañas sin cima de tan altas van abajando
su orgullo —la mar vuelve a su cauce.
El barquichuelo que me alberga va parándose,
calma chicha, sin viento, quietud, silencio.
La maroma que me ataran los compañeros
sobre el frío pecho que me late se va aflojando.
La cera, en vista de que las sirenas han callado,
se disipa ella sola como paja que se va quemando.
La normalidad se va haciendo la dueña, rutina.
Ítaca se divisa cerca, el horizonte también sonríe.
La playa —ya al alcance de la mano— se curva
para recibirme, para darme el calor que eché en falta,
para abrigar el desamparo en el que estuve siempre,
para llevarme en volandas hacia el fuego que perdí.
Sí, ya, de nuevo, estoy en casa.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2023 a las 08:28
- Comentario del autor sobre el poema: Después de la tempestad siempre espera la calma.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L, María C., Lucía Gómez
Comentarios2
Me gustó Rafael encontrar tu sentir.
SALUDOS
Me alegro. Rafael es otro Escobar, Soy Alberto.
Oh perdón Alberto, me he confundido de nombre
Después de un día malo, nunca llegará otro peor. Encantador y esperanzador escrito. Me he identificado con él, en esos momentos en que siento que el mundo se me viene encima. Pero, el maná está allí, para hacer que todo esté mejor. Un gusto leerte, Alberto. Un abrazo.
Te mando energías Lucía. Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.