A Una mujer le puedes mover el piso,
más no le puede variar las hormonas, sin pedir permiso. El hombre absorbe su aroma así sea por deleite y yo, yo definitivamente no siento que tú presencia me altera mi ciclo hormonal.
Y a mi personalidad le das un toque cálido y apasionado, de nuevo me has ilusionado.
te vas adaptando poco a poquito, con dulzura y amor te has vuelto por mí muy loquito.
Lentamente he comprendido cuanta atracción hormonal existe entre nos no me mientas te pido.
Bailan las hormonas con los estrógenos a la par en su propio bar de secreciones que son similares a venenos.
Somos armonía, en el universo, energía magnética cerebral para componer verso, sensores apasionados llenos de sabiduría.
¡eso somos tú y yo día a día!
Por eso te vuelvo a decir espérame no como manda el mundo impío si de verdad amas un suspiro mío.
el próximo jueves vestiré de ensueño llévame a soñar, porque eres mi dueño.
Protege mi integridad, porque no amarte es una necesidad.
Ten cuidado porque mis hormonas son más peligrosas que licuadora destapa'a
Para que me vuelvas a besar
Y me eleves a tu cielo, ese cielo brillará y nuestras hormonas pronto se calmarán
Ven, se parte de esta lanza sin igual
- Autor: Viviana Maria Londoño Mazo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2023 a las 00:11
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.