Quemé mis años
andando por caminos terrosos,
y embarcado en viajes a los bajos fondos
entre cenizas y lodos...
Durante mis pasos
sentía unos alargados tentáculos,
como ultramodernos,
que eran diablos de los nuevos infiernos...
Pero la voz de unos niños,
cual ángeles cantando desde los cielos,
a través de sus rezos,
me enseñaron colmados cerezos...
Y los dulces frutos,
me expandieron imágenes de ensueños,
ya por siempre en mis ojos,
del laboratorio celeste sin fin de Dios...
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2023 a las 04:00
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, Mauro Enrique Lopez Z., Martha patricia B
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