-21 de marzo, Día de la Poesía-

-21 de marzo Día de la Poesía-

 Calíope, Musa de la Poesía

El 21 de marzo el mundo occidental reconoce el Día de la Poesía, constructo espiritual de la expresión a través de la palabra, forma evolutiva del Ser que, en el andar del tiempo, pensamos y creamos símbolos desde nuestra vanguardia existencial.
Es ella, pasajera de atmósferas, de un amor despechado o de la intuitiva explicación que le falta a un científico, a un tecnólogo, para hallar la fórmula sapiente que investiga y necesita del "Yo lírico", subyacente en todos.
Genera una dimensión propia donde el oxímoron asume que el SÍ y el N0  pueden convivir eternamente en sus contradicciones a un mismo momento, ofreciendo luego la donosa y fantástica síntesis real que se entrega, honoraria, al rastreador. Y la intuición respalda como sustento sagrado los eventuales hallazgos.
Da la libertad del "verso libre y la canción profana" al decir de Rubén Darío. Más todavìa en nuestra época. No importa someterse a la formalidad de la métrica cuasi matemática de los versos y sus sinalefas, a las rimas asonantes o consonantes. Vale entonces -en el caso de la Libertad o de la Sumisión numérica y fonética- haya musicalidad con mensajería conmocional.
Y aproximarse, nos indica Gustavo Adolfo Bécquer, a explorar ese "himno gigante y extraño”. También el español, compasivo y contundente, nos alertará que "podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía ".
Fue puesta la Poesía en el trono de la Belleza frente a la advocación de la musa griega Calíope.
Muchos escribientes al impulso de un sentir profundo y liberador de los quistes afianzados en rutinas, la buscamos en pos de sus caricias.
No cede fácilmente sus encantos. Pero premia, aun en nimiedades, a los persistentes. Me consta, sobre un montón de papeles arrugados y deshechos - pruebas del intento auto descalificador- las que se exhiben en el mostrador de mis fracasos.
En algunos casos las audacias son tales que salgo a buscar la probanza -que aspiro sea aprobatoria- en ojos ajenos, publicando la osadía. Hoy justamente, Día de la Poesía y del comienzo autumnal, para Uds., mis comprensivos amigos, planteo otra vez  intento contumaz  de poema. Piedad para ”Contener el Verso”.
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Quiero contener muy grave mi exánime verso
 en este tiempo gris por la maldita penumbra,
no hacerlo sería ausente manifiesto perverso,
 debo pretender llegar a la luz que nos alumbra.

 La corola de la rosa aun temblorosa perfuma
 el valiente tutor a su llanto lacrimal lo contiene :
el pétalo mayor no sonríe cuando su color esfuma,
no soporta los tambores del viento norte que adviene.

El pestoso mal de microscópica visión ya se respira
 insuficientes al cándido creyente los rezos a María ,
 negros sepultureros encienden las brasas de la ira .

 Hijos del luto recogen húmedas penas de política impía
 y no alcanzan los sofismas afines a la soberbia y a la pira.
Solo la descarnada Muerte su múltiple cosecha admira.
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